El 14 de enero, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, en una de sus conferencias matutinas, presentó un “Plan de 25 puntos para la transformación del ISSSTE”. El anuncio, con promesas de mejoras en salud, vivienda y seguridad social, resonó con fuerza, particularmente en la promesa de homologar salarios con el IMSS.
Detalles específicos como el aumento de la plantilla médica con el programa “La Clínica es Nuestra”, y las mejoras en la situación de los acreditados del FOVISTE con condonaciones de deuda y facilidades para la construcción de vivienda, captaron la atención. También se mencionó un refuerzo en la seguridad social, con un mayor acceso a préstamos y pensiones de viudez. El combate a la corrupción, con la revisión de pensiones excesivas y la recuperación de espacios ocupados indebidamente, fue otro punto clave.
Sin embargo, la falta de concreción genera dudas. La ausencia de un calendario de implementación y un presupuesto definido plantea interrogantes sobre la viabilidad del plan. La homologación salarial con el IMSS, por ejemplo, se anuncia sin un cronograma ni fuente de financiamiento clara, alimentando el escepticismo.
La revisión de las 8000 pensiones sospechosas, presentada como una solución al problema de las pensiones excesivas, carece de información crucial sobre la metodología de investigación. La falta de transparencia en este proceso abre la puerta a especulaciones sobre la efectividad real de la medida. Similarmente, la recuperación de espacios ocupados indebidamente por fundaciones privadas se anuncia sin detallar los mecanismos legales para agilizar el proceso.
El plan, en su conjunto, presenta una serie de propuestas que abarcan:
- Mejoras en el sistema de salud del ISSSTE.
- Facilidades de acceso a la vivienda para los derechohabientes.
- Fortalecimiento de la seguridad social.
- Medidas contundentes contra la corrupción dentro del instituto.