El martes 14 de enero de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, durante su conferencia matutina, presentó un balance sobre la compra consolidada de medicamentos. El subsecretario Eduardo Clark destacó la adjudicación del 97.6% de las piezas solicitadas, un ahorro estimado en más de 30 mil millones de pesos, y la promesa de entrega de medicamentos prioritarios a partir de febrero. Números que, a simple vista, pintan un panorama alentador.
Sin embargo, la narrativa oficial, que resalta la eliminación de intermediarios y la compra directa a laboratorios, deja algunas preguntas sin respuesta. Si bien se logró adjudicar el 73% de las piezas, un 24.4% (1218 millones de piezas) aún está en proceso, sujeto a la resolución de “correcciones documentales o técnicas”. La falta de especificación sobre el tipo de correcciones necesarias y los criterios de aceptación genera inquietud. ¿Qué tan transparentes son estas "correcciones"?
El 3.2% restante de piezas no adjudicadas se enfrenta a una estrategia de “compactación de insumos y terapéutica” e invitaciones restringidas a proveedores. Esta estrategia plantea un riesgo potencial de favoritismo y limita la libre competencia, un aspecto fundamental en cualquier proceso de adquisición pública. La posibilidad de una segunda licitación, aunque según Clark es un procedimiento habitual, no disipa del todo las dudas sobre la total transparencia del proceso.
A pesar del optimismo oficial, la experiencia con compras consolidadas en administraciones anteriores genera cautela. El riesgo de desabasto, incluso con la compra complementaria en marcha, persiste. Las promesas de abasto inmediato carecen de garantías concretas, dejando a la población expuesta a posibles retrasos y faltantes. La situación requiere un seguimiento minucioso y un análisis profundo de los detalles para determinar si realmente se ha logrado un avance sustancial.
El Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) tiene la responsabilidad de asegurar la máxima transparencia de la información. Un acceso completo a los detalles del proceso de adjudicación permitiría una evaluación más precisa y objetiva de los resultados presentados.