Hablamos de Eva Ramón Gallegos, una científica oaxaqueña cuyo trabajo en nanobiotecnología y ciencias biomédicas ha impactado a nivel global. Su origen en San Juan Bautista Tuxtepec, Oaxaca, solo añade un toque especial a su extraordinaria historia. No se trata solo de una brillante carrera, sino de una dedicación incansable.
Su formación es impecable: Química Farmacéutica Bióloga por la Universidad Veracruzana (UV), con una maestría y un doctorado en el IPN, ambos con mención honorífica. Su sed de conocimiento la llevó a realizar estancias de investigación en Portugal y en el propio Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN.
Desde 2001, se desempeña como profesora-investigadora en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB) del IPN. Actualmente, además de dirigir el Laboratorio de Citopatología Ambiental, coordina programas de maestría y doctorado en Biomedicina y Biotecnología Molecular. Su liderazgo se extiende también a su participación en el Sistema Nacional de Investigadores (nivel 2) y en diversos comités editoriales de revistas internacionales.
Su influencia en la formación de nuevas generaciones es notable: ha dirigido 91 tesis (licenciatura, maestría y doctorado). Su productividad científica es igualmente impresionante: 53 publicaciones indexadas en revistas de alto impacto, seis solicitudes de patentes (dos otorgadas), dos libros y seis capítulos en libros internacionales. A esto se suman más de 100 presentaciones en congresos nacionales e internacionales.
Pero su impacto más significativo reside en su investigación sobre el Virus del Papiloma Humano (VPH). Eva Ramón Gallegos logró, por primera vez, la erradicación completa del VPH en 29 mujeres. Este avance sin precedentes abre nuevas posibilidades para el tratamiento y la prevención de esta enfermedad que afecta a millones en el mundo. Su descubrimiento sobre la producción de un compuesto orgánico en algunas mujeres, clave para el tratamiento, es una pieza fundamental en este logro.
La lista de reconocimientos a su labor es extensa, incluyendo premios nacionales e internacionales, el reconocimiento de Forbes México como una de las “100 mujeres más poderosas de México”, y distinciones por su contribución a la igualdad de género. Su impacto en la ciencia mexicana, y mundial, es indudablemente monumental.
Más allá de los premios y los reconocimientos, la historia de Eva Ramón Gallegos es un ejemplo de perseverancia, dedicación y pasión por la ciencia, dejando una huella imborrable en el campo de la biotecnología y la salud.