El aire mismo parecía contener la respiración, pesado con una tristeza que se sentía en cada esquina. La tranquilidad, sin embargo, era engañosa. Detrás de la calma aparente, una tragedia conmocionaba a la comunidad. Dos menores, Gael y Alexander, perdieron la vida. La noticia, que se propagó rápidamente entre padres de familia, generó una ola de conmoción e incertidumbre.
Sus compañeros de la primaria Sócrates, donde estudiaban ambos niños, se encontraron con una escuela diferente a la que conocían. Moños negros adornaban las puertas, un silencioso testimonio del dolor que inundaba el recinto. Algunas veladoras, aún encendidas, parpadeaban como lágrimas en la oscuridad, recordando la ausencia de sus amigos.
Ante la tragedia, varias escuelas de Culiacán suspendieron sus actividades. La decisión, tomada por las autoridades educativas, busca brindar un espacio de duelo y reflexión a la comunidad escolar, afectada profundamente por la pérdida de los dos menores. La solidaridad se manifiesta también en el silencio respetuoso que envuelve a la ciudad.
La investigación sobre las causas de la muerte de Gael y Alexander se encuentra en curso. Mientras tanto, la incertidumbre y el pesar se ciernen sobre las familias y amigos afectados, dejando una profunda huella en el corazón de Culiacán. "Es una pérdida irreparable para todos," comentó una maestra de la primaria Sócrates, visiblemente conmovida.
El luto se extiende, no solo por la ausencia física de Gael y Alexander, sino también por el futuro truncado de dos jóvenes vidas. La ciudad espera respuestas, mientras guarda en silencio el recuerdo de dos pequeños que dejaron una marca indeleble en sus corazones.