Extrabajadores de la desaparecida empresa Humex, que durante 37 años han luchado por el cumplimiento del decreto presidencial número 344, se manifestaron este miércoles frente a lo que fuera su lugar de trabajo, en Altamira. La protesta se centró en exigir que se cumpla el derecho que les fue prometido por el Gobierno Federal tras la privatización de la empresa, cuando fueron despedidos sin recibir la participación accionaria que les correspondía.
El decreto establecía que los 701 trabajadores despedidos deberían recibir un 2.5% de participación en las utilidades generadas por la nueva empresa que adquirió la paraestatal. Sin embargo, tras más de tres décadas, los extrabajadores aseguran que no han recibido ni un solo peso, lo que consideran una injusticia y un acto de corrupción. "Alguien se está quedando con las ganancias económicas, y todo es por corrupción", denunció uno de los afectados.
Hoy, 502 ex empleados siguen luchando por lo que consideran su derecho, a pesar de que de los 701 trabajadores originales, solo 300 permanecen con vida. La lucha, aunque ha sido larga, sigue viva, y las familias de los fallecidos continúan reclamando lo que les corresponde. Los manifestantes han depositado sus esperanzas en la presidenta Claudia Sheinbaum, quien, confían, podría ser la encargada de cumplir con lo prometido en el decreto presidencial.
"Confiamos en que la presidenta Sheinbaum cumpla el decreto, sería un acto de justicia social", afirmaron los manifestantes. A lo largo de estos años, la protesta ha sido una constante, pero la promesa de justicia sigue siendo la esperanza de muchos, quienes piden que, finalmente, se haga realidad lo que por derecho les corresponde.