Sheinbaum rechaza la prohibición de corridos tumbados en Nayarit
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La Presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado públicamente su desacuerdo con la medida implementada en Nayarit, señalando que "No estoy de acuerdo con prohibir". Su postura contrasta con la de otros gobiernos estatales que argumentan que este género musical promueve la violencia y la cultura de la ilegalidad. Esta discrepancia pone de manifiesto la complejidad del problema y la falta de un consenso claro a nivel nacional.
Los corridos tumbados, una evolución del tradicional corrido mexicano, han experimentado un auge significativo en los últimos años. Su mezcla de ritmos urbanos como el trap con las letras clásicas del corrido ha conquistado a millones, especialmente entre la juventud. Sin embargo, las letras de algunos artistas que han alcanzado la fama a través de este género han generado polémica debido a su contenido explícito.
Pero la historia de los corridos se remonta mucho más atrás. Sus orígenes se encuentran en el siglo XIX, evolucionando a partir de géneros como la polka y alcanzando su máxima popularidad durante la Revolución Mexicana. Su uso como vehículo para narrar eventos históricos y la vida de caudillos es una muestra de su capacidad para reflejar la realidad social.
La prohibición en Nayarit no es un caso aislado. Ciudades como Tijuana y Chihuahua han tomado medidas similares, llegando incluso a multar a artistas como Natanael Cano por incumplir las regulaciones. La alcaldesa de Tijuana, Montserrat Caballero, ha sido una férrea crítica de algunos intérpretes de este género, acusándolos de "cantarle expresamente a un grupo criminal". Estas acciones reflejan una creciente preocupación por el impacto social de la música y el papel que juega en la normalización de ciertas conductas.
Mientras la controversia continúa, Sheinbaum propone una alternativa a la prohibición: impulsar la creación de nuevos festivales de música local y promover letras que enaltezcan valores como el amor y la paz, convirtiendo a los corridos tumbados en un vehículo para el cambio social positivo. El tiempo dirá si esta propuesta se convierte en una solución viable o si las restricciones seguirán marcando el futuro de este polémico género musical.