Esta semana, el penal de Aguaruto, en Culiacán, Sinaloa, volvió a ser el epicentro de un operativo de seguridad. La Guardia Nacional, en coordinación con la Secretaría de Seguridad Pública, la Policía Estatal Preventiva y con el resguardo de la Secretaría de la Defensa Nacional, realizaron una inspección sorpresa.
El objetivo: erradicar el contrabando de artículos prohibidos dentro del centro penitenciario. Y el resultado, una vez más, sorprendió a las autoridades. Se encontraron, como ya se había dado a conocer previamente, sistemas de internet satelital Starlink.
Pero esta vez, la magnitud del hallazgo fue mayor. Mientras que el primer operativo, llevado a cabo el miércoles, resultó en la confiscación de "un sistema satelital Starlink", el operativo del jueves arrojó un número significativamente mayor: dos sistemas Starlink adicionales fueron asegurados.
Además de la tecnología de vanguardia, se incautaron otras sustancias y objetos ilícitos. Entre ellos, se encontraron cantidades de droga y pesas grameras, elementos que sugieren actividades de narcomenudeo dentro del penal. La "cantidad de objetos decomisados superó al de la primera inspección," según fuentes oficiales.
Estos hallazgos generan interrogantes sobre la efectividad de los protocolos de seguridad en el penal de Culiacán y la necesidad de implementar nuevas estrategias para prevenir el ingreso de objetos prohibidos.
La investigación continúa y se espera que se proporcionen más detalles en los próximos días sobre el origen de estos artículos y las personas involucradas en su introducción al centro penitenciario.