Aranceles de EEUU paralizan construcción en Tijuana
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El impacto de las recientes decisiones económicas de Estados Unidos, específicamente la imposición de aranceles al acero y aluminio, está generando una ola de preocupación entre los constructores locales. "Para crear un frente común," señaló Elmer Peña Ruvalcaba, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Tijuana, "porque los aranceles nos van a perjudicar, las nuevas medidas anunciadas por el presidente Trump nos afectarán a todos."
La situación es delicada. Más del 80% del acero mexicano se exporta a Estados Unidos. Luis Pérez Saucedo, constructor con amplia experiencia en la región, explica: "Al subir los aranceles, la producción mexicana se verá afectada por la disminución de la demanda. El objetivo del gobierno estadounidense es que las empresas regresen a producir allá sus materias primas, como el acero." Esta situación podría desencadenar un efecto dominó.
Las consecuencias se proyectan en varios frentes. Se espera un encarecimiento del acero, obligando a la industria a recuperar pérdidas. Pero la preocupación mayor radica en el sector inmobiliario. Según los constructores, esto podría generar una significativa reducción en la construcción de edificios en Tijuana. "Ya se percibe una baja en la demanda y una alta oferta de edificios verticales," afirma Pérez Saucedo, "creo que empezará a reducirse la construcción de los mismos."
Mientras tanto, a nivel federal, se están explorando vías diplomáticas para mitigar el impacto. El Secretario de Economía Federal, Marcelo Ebrard, ha confirmado: "Voy la semana entrante a tener comunicación personal… para presentar los argumentos en México. Dice a veces el presidente Trump, 'sentido común', entonces le tomamos la palabra, sentido común, no balazo en el pie." Las negociaciones se vislumbran complejas, con el futuro de la industria de la construcción en Tijuana pendiendo de un hilo.
La situación exige una respuesta ágil y estratégica, no solo a nivel empresarial, sino también gubernamental, para enfrentar las repercusiones de estas medidas en la economía fronteriza y el mercado inmobiliario de Tijuana. Los próximos meses serán cruciales para observar la evolución de esta situación.