Accidente en Av. Mariano Otero paraliza tráfico en Guadalajara
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Leonora LagardaMariano Otero y calle Topacio, la danza se convirtió en un accidente. Cerca de las 8:00 am, una camioneta Lincoln negra, repleta de frutas y verduras frescas con destino a un tianguis, sufrió un percance que paralizó la arteria vial. Su conductor, un comerciante que prefirió el anonimato, salía del Mercado de Abastos cuando su ruta se cruzó con la de un vehículo imprudente.
Según testigos presenciales, "el otro carro simplemente no respetó el alto, ¡ni siquiera frenó!". El impacto fue inevitable. La Lincoln, tras el violento choque, terminó volcada sobre su costado izquierdo en los carriles centrales, derramando parte de su preciada carga y una cantidad considerable de aceite.
Afortunadamente, a pesar del impacto y la volcadura, el conductor solo sufrió una lesión leve en una extremidad, sin requerir traslado hospitalario. "Pudo salir por sí solo, gracias a Dios", comentó un agente de Protección Civil. No hubo otros heridos, un detalle que, en la magnitud del accidente, se agradece enormemente.
La rápida respuesta de las autoridades fue crucial. Elementos de la Policía Vial de Guadalajara detuvieron al conductor responsable, quien, tras el impacto, intentó escapar de la escena. Mientras tanto, Protección Civil y Bomberos de Guadalajara se encargaron de la limpieza del derrame de aceite, crucial para evitar accidentes posteriores, y de la maniobra para enderezar la camioneta.
La Av. Mariano Otero, en dirección a Av. López Mateos, permaneció cerrada durante un tiempo considerable, generando un importante congestionamiento vial. "Fue un operativo extenso, pero la seguridad vial es prioritaria", explicó Armando Camarena, elemento de Protección Civil y Bomberos de Guadalajara, detallando la intervención de la institución en el saneamiento del derrame de líquidos (aproximadamente dos por tres metros).
El incidente, más allá del caos vial, sirve como un recordatorio: la precaución al volante es fundamental. La mayoría de los accidentes viales son consecuencia de errores humanos, una estadística que urge revertir con responsabilidad y respeto a las normas de tránsito.
El flujo vehicular se restableció gradualmente, dejando tras de sí una lección sobre la fragilidad de la vida y la importancia de la prevención vial en las calles de Guadalajara.
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