Familiares de desaparecidos exigen participación activa en las reformas propuestas por Sheinbaum

El hallazgo del presunto "campo" de reclutamiento del narcotráfico en el Rancho Izaguirre, Teuchitlán, Jalisco, el 8 de marzo, a manos del colectivo Guerreros Buscadores, reveló una aterradora realidad y exacerbó la situación. Esto, aunado a la cifra alarmante de más de 120,000 personas desaparecidas en el país, ha puesto el tema en el centro del debate político.
Ante esta crisis, la presidenta Claudia Sheinbaum ha anunciado reformas para fortalecer la Comisión Nacional de Búsqueda (CNB), crear una “base única de información forense” y una nueva “plataforma federal de identificación humana”. Sin embargo, estas medidas no han dejado satisfechos a todos.
Organizaciones como Amnistía Internacional (AI) han expresado su preocupación, afirmando que la estrategia del gobierno “carece de un enfoque integral” y que las medidas “no fueron elaboradas mediante un diálogo constructivo con las colectivas de búsqueda”.
En este contexto, el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México (MNDM), que representa a cerca de 100 colectivos de México, Centroamérica y Estados Unidos, ha alzado su voz. Con una trayectoria de 10 años trabajando en la búsqueda de personas, el MNDM ha pedido una participación más activa en la toma de decisiones.
El MNDM, en un comunicado, reconoció la “apertura” de la mandataria, pero enfatizó la necesidad de incluir a las familias en el proceso de diseño e implementación de las propuestas gubernamentales. Para ello, presentaron una propuesta con cinco ejes fundamentales para la agenda de diálogo: