Preocupación en México por brote de sarampión proveniente de Estados Unidos

El foco se centra en las declaraciones contradictorias del Secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., quien inicialmente abogó por la importancia de la vacuna SRP (sarampión, rubéola y parotiditis), pero luego cuestionó su seguridad, afirmando en sus propias palabras: “Provoca todas las enfermedades que causa el propio sarampión: encefalitis, ceguera”. Esta ambigüedad, sin respaldo científico, genera confusión y alimenta la desinformación en un momento crucial.
Este panorama genera una preocupación real en México. Con una frontera compartida de más de 3.000 kilómetros y un flujo constante de personas entre ambos países, la posibilidad de una propagación del sarampión es una amenaza tangible. Ya se reportan 46 casos en México, con la mayoría concentrados en Chihuahua, vinculados a viajes a Texas, donde se han registrado 309 casos, parte de un brote de 378 casos en total. La muerte de una niña por sarampión en México, la primera en 22 años, es una evidencia alarmante de la gravedad de la situación.
La situación se agrava por las bajas tasas de vacunación en México. Mientras la inmunización ideal supera el 95%, las cifras nacionales en 2023 se ubicaron en:
Óscar Sosa Hernández, especialista en epidemiología, resalta la "amplia movilidad entre Estados Unidos y México", subrayando el riesgo de importación de enfermedades desde un país con bajas tasas de vacunación y brotes activos. El Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (Conave) emitió una alerta el 13 de marzo, recomendando un reforzamiento de las medidas preventivas, incluyendo la atención en los puntos turísticos.
El Gobierno mexicano ha anunciado la reactivación de las Semanas Nacionales de Vacunación, una medida considerada insuficiente por expertos como Samuel Ponce de León de la UNAM, quien destaca la necesidad de "restablecer y renovar el sistema de salud, que en México es insuficiente". Mauricio Rodríguez, también de la UNAM, advierte sobre la situación paralela de la influenza H5N1 en Estados Unidos y la reducción de la cooperación internacional en salud, lo que dificulta el monitoreo de riesgos.
Las consecuencias a largo plazo del discurso antivacunas en Estados Unidos, incluyendo la reducción de fondos para la cooperación internacional en salud, podrían generar un impacto devastador en la salud pública global, con un posible resurgimiento de enfermedades como la mpox, la sífilis, la gonorrea, la poliomielitis, el VIH, la tuberculosis, y el sarampión. La posición geográfica de México lo coloca en una situación de vulnerabilidad significativa.
La disminución de la cooperación internacional en salud pública, unida a la incertidumbre generada por las políticas sanitarias de Estados Unidos, deja a México en una posición compleja, con la necesidad de fortalecer su propio sistema de salud y prepararse para enfrentar los desafíos que se avecinan en materia de salud pública.