Tos ferina resurge en México con 1,252 casos en 2025; 59 bebés muertos

Las cifras oficiales pintan un panorama preocupante: mientras en todo 2024 se registraron 550 casos, solo en los primeros siete meses de 2025 ya suman 1,252 contagios confirmados, según datos de la Secretaría de Salud.
"La vigilancia epidemiológica disminuyó durante la pandemia y la notificación de casos se mantuvo baja hasta 2023", admite el último boletín de la SSA. Lo que no dicen los documentos es que esta relajación en el monitoreo coincidió con una peligrosa caída en las tasas de vacunación, creando la tormenta perfecta para el resurgimiento de la enfermedad.
Detrás de los números nacionales hay historias locales que duelen:
La raíz del problema parece clara: la cobertura de la vacuna DTP (que protege contra difteria, tétanos y tos ferina) cayó a 82.58% en 2024, el nivel más bajo en 24 años. Tres puntos porcentuales menos que en 2023, y lejos del 92.96% alcanzado en 2022. Cada decimal perdido representa miles de niños sin protección.
Mientras las autoridades llaman a intensificar campañas en zonas de riesgo, otro fantasma sanitario asoma: el desabasto de vacunas BCG contra tuberculosis, con un retraso de dos meses según reconoció el secretario Kershenobich. Aunque insiste en que hay inventario suficiente para dos años, el mensaje contrasta con la urgencia que muestran los epidemiólogos ante el repunte de enfermedades prevenibles.
En consultorios de primer nivel ya se escuchan los casos: madres que llevan a sus hijos con esa tos característica que no cede, pediatras que volvieron a ver complicaciones que habían desaparecido de su práctica cotidiana. El sistema de salud mexicano, que aún no se recupera del embate del COVID-19, enfrenta ahora viejos enemigos que creía derrotados.