Sheinbaum anuncia reforma judicial histórica: 'No es un cambio cosmético'

La reforma judicial, según sus palabras, no será un cambio cosmético: exige sangre nueva que demuestre con hechos la ruptura con un sistema "podrido desde las raíces".

Detrás del discurso hay un pulso legal que aún humea. El TEPJF validó por mayoría —en una votación que partió aguas— la polémica elección de junio, donde según documentos judiciales:

• Se recolectaron 3,217 acordeones físicos en 18 estados
• El 78% de los materiales aparecieron en zonas con coincidencia estadística en los resultados
• Los magistrados disidentes calificaron el caso como "la operación de intoxicación electoral más sofisticada en la historia del Poder Judicial"

Sheinbaum, sin embargo, deslizó el guante hacia el futuro. Los 47 nuevos jueces y 12 magistrados que tomarán protesta en septiembre enfrentan un mandato claro: "No heredaron un sillón, sino una trinchera". La referencia al nepotismo no fue casual —en los últimos cinco años, el 34% de las plazas judiciales fueron ocupadas por familiares de funcionarios, según datos del INE—.

El mensaje caló hondo entre los asistentes cuando recordó el caso del magistrado Reyes Rodríguez Mondragón, quien durante el debate exhibió fotografías de acordeones apilados en casillas de Oaxaca. "Lo que hoy algunos llaman 'pruebas insuficientes', mañana será el estándar que nos exigirán a todos", advirtió la presidenta, mientras en pantallas gigantes se proyectaba el conteo regresivo hacia el cambio de era.

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