"Me cae muy bien la presidenta Sheinbaum. Es una mujer estupenda, elegante y hermosa", reconoció Trump, antes de lanzar su crítica. Sin embargo, el eje de sus declaraciones giró en torno a su oferta de enviar tropas estadounidenses para "limpiar el problema", una propuesta que, según él, fue rechazada por miedo. "Ella no quiere nuestra ayuda porque está asustada", afirmó.
La postura de Trump no es nueva. Desde su administración, él y sus colaboradores más cercanos—como Stephen Miller, su exasesor estratégico—han insistido en que los cárteles operan con impunidad en territorio mexicano. En una reciente aparición en Fox News, Miller comparó la violencia en ciudades demócratas de EE.UU. con la de la Ciudad de México, asegurando que esta última "está dirigida por cárteles criminales".
- El contexto: Las declaraciones llegan días antes de la visita del secretario de Estado Marco Rubio a México, donde se espera abordar temas de seguridad y cooperación.
- La reacción pendiente: Hasta ahora, el gobierno mexicano no ha respondido oficialmente a los comentarios de Trump, aunque en el pasado ha rechazado categóricamente cualquier injerencia militar extranjera.
- El dato: Este es el tercer encuentro verbal entre Trump y Sheinbaum desde que ella asumió la presidencia, siempre con el mismo patrón: halagos personales seguidos de críticas abiertas a la soberanía mexicana.
Lo que queda claro es que, más allá de los cumplidos, la retórica de
Trump refuerza una tensión latente entre ambos países. Mientras él insiste en que
México necesita intervención, las autoridades locales mantienen que la estrategia contra el
crimen organizado debe ser
"autónoma y sin condicionantes". Un debate que, por ahora, no parece tener punto medio.
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