Arsobo le cambia la vida a joven con entrega de prótesis
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El diario de Sonora
el 19/08/2014 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 24/04/2024 03:43 PM.
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Última edición 24/04/2024 03:43 PM.
Nogales
Martín Manuel Pacheco, de 22 años, gracias a esta donación puede caminar, una vez que le fue amputada una pierna.
El programa Arizona- Sonora Border (Arsobo) le cambió la vida a Martín Manuel Pacheco al hacerle entrega de su segunda prótesis.
El joven originario de Navojoa, Sonora, relató su historia y el cómo su vida cambio después de que le amputaron una extremidad.
Todo era normal para él, jugaba fútbol, estudiaba, trabajaba y ayudaba a su familia pues son de escasos recursos.
A sus 22 años, un tobillo empezó a inflamarse de manera constante y con mucho dolor y no se explicaba el por qué le sucedía eso.
Al ir al doctor y realizarse los estudios necesarios, dijo que su vida dio un giro de 360 grados ya que le detectaron un tumor maligno.
De inmediato recibió quimioterapia pero no hubo ningún tipo de avance y su dolor fue más grande. El doctor que lo atendía le dijo que era necesario amputarle la pierna para evitar se dañaran sus órganos, su vida estaba en riesgo”.
De tener una vida, sueños, estudiar y trabajar pasó a no tener una parte de su pierna, su hermana tuvo que dejar de estudiar la preparatoria pues los gastos en su casa no alcanzaban y menos porque tenía que ayudarlo, dependía completamente de ella y su mamá.
Poco a poco aprendió a sobrellevar su vida, pero dijo no era nada fácil, su enfermedad frustró sus sueños y los de su familia quienes día a día luchaban por hacerlo sentir bien, atenderlo y darle una esperanza.
Un día una prima le habló y le comentó que había escuchado de Arsobo, quienes operan en esta ciudad y se dedican a la elaboración de prótesis, a quien contactó vía telefónica.
A los pocos días me marcaron y me dijeron que viniera y no la pensé, me vine y ellos me regalaron mi primera prótesis” expresó Martín Manuel.
De sufrir con muletas, de limitar mis movimientos, pude caminar de nuevo y eso me devolvió la esperanza” manifestó emocionado.
Un primo lo acompaño, tomó un camión y el año pasado le fabricaron su primera prótesis. Este año regresó por una nueva, ya que cada cierto tiempo deben cambiarse y ajustarse.
Martín Manuel Pacheco, de 22 años, gracias a esta donación puede caminar, una vez que le fue amputada una pierna.
El programa Arizona- Sonora Border (Arsobo) le cambió la vida a Martín Manuel Pacheco al hacerle entrega de su segunda prótesis.
El joven originario de Navojoa, Sonora, relató su historia y el cómo su vida cambio después de que le amputaron una extremidad.
Todo era normal para él, jugaba fútbol, estudiaba, trabajaba y ayudaba a su familia pues son de escasos recursos.
A sus 22 años, un tobillo empezó a inflamarse de manera constante y con mucho dolor y no se explicaba el por qué le sucedía eso.
Al ir al doctor y realizarse los estudios necesarios, dijo que su vida dio un giro de 360 grados ya que le detectaron un tumor maligno.
De inmediato recibió quimioterapia pero no hubo ningún tipo de avance y su dolor fue más grande. El doctor que lo atendía le dijo que era necesario amputarle la pierna para evitar se dañaran sus órganos, su vida estaba en riesgo”.
De tener una vida, sueños, estudiar y trabajar pasó a no tener una parte de su pierna, su hermana tuvo que dejar de estudiar la preparatoria pues los gastos en su casa no alcanzaban y menos porque tenía que ayudarlo, dependía completamente de ella y su mamá.
Poco a poco aprendió a sobrellevar su vida, pero dijo no era nada fácil, su enfermedad frustró sus sueños y los de su familia quienes día a día luchaban por hacerlo sentir bien, atenderlo y darle una esperanza.
Un día una prima le habló y le comentó que había escuchado de Arsobo, quienes operan en esta ciudad y se dedican a la elaboración de prótesis, a quien contactó vía telefónica.
A los pocos días me marcaron y me dijeron que viniera y no la pensé, me vine y ellos me regalaron mi primera prótesis” expresó Martín Manuel.
De sufrir con muletas, de limitar mis movimientos, pude caminar de nuevo y eso me devolvió la esperanza” manifestó emocionado.
Un primo lo acompaño, tomó un camión y el año pasado le fabricaron su primera prótesis. Este año regresó por una nueva, ya que cada cierto tiempo deben cambiarse y ajustarse.
