Se ganan la vida con su voz y habilidades, ‘Mejor que pedir dinero’
Los hermanos Christopher y Jorge hacen rosas y cruces de palmas y las venden en los cruceros de la ciudad
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El diario de Sonora
el 12/08/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 24/04/2024 06:31 AM.
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Última edición 24/04/2024 06:31 AM.
Nogales.
Los hermanos Christopher y Jorge hacen rosas y cruces de palmas y las venden en los cruceros de la ciudad.
Christopher y Jorge se ganan la vida cantando en las calles y haciendo figuras con palma, oficio que aprendieron en su natal Mazatlán.
Con varios años de vivir en esta frontera, los hermanos salen todos los días a trabajar con su voz y sus habilidades para moldear las hojas de palmas en rosas y cruces, éstas últimas los clientes las llevan a bendecir y las ponen en sus hogares.
Christopher al son de la guitarra se gana unos cuantos pesos en los restaurantes, mientras Jorge hace las figuras de palma, con navajas, tijeras y otros instrumentos.
Estas artesanías no tienen un costo fijo, varía de lo que el cliente traiga en los bolsillos y sea su voluntad darles. En ocasiones, narran los hermanos, terminan regalándolas, unas veces por no quedarse con ellas, y otras por alegrar a las personas con un gesto de amabilidad.
Jorge cuenta que, además de rosas y cruces, sabe hacer sombreros, un oficio que batalló para que le enseñaran, allá en Sinaloa, por recelo a que les hiciera competencia.
Las hojas de las palmas, explican, las consiguen de lugares que podan. Las hojas para poderlas moldear de preferencia deben ser de nuevos brotes.
Aunque les han querido copiar la técnica y elaboración de rosas y cruces en esta frontera, aseguran que ellos son los únicos que ofrecen garantía de que estas artesanías no se desbaratarán con el paso de los días.
‘Nosotros preferimos hacer esto que pedir dinero en la calle. Es nuestra manera de ganarnos la vida’, dice con orgullo Christopher.
Los hermanos recriminan a aquellos que fingen ser deportados y con problemas para caminar para pedir dinero. ‘Muchos se hacen los que no pueden, tuercen los pies, nosotros les decimos que allá arriba todo lo ven y así van a quedar’.
La pareja de hermanos, quienes se acaba de mudar al fraccionamiento San Miguel, hacen un llamado a la comunidad para que valoren las artesanías de la localidad y apoyen a sus creadores.
Los hermanos Christopher y Jorge hacen rosas y cruces de palmas y las venden en los cruceros de la ciudad.
Christopher y Jorge se ganan la vida cantando en las calles y haciendo figuras con palma, oficio que aprendieron en su natal Mazatlán.
Con varios años de vivir en esta frontera, los hermanos salen todos los días a trabajar con su voz y sus habilidades para moldear las hojas de palmas en rosas y cruces, éstas últimas los clientes las llevan a bendecir y las ponen en sus hogares.
Christopher al son de la guitarra se gana unos cuantos pesos en los restaurantes, mientras Jorge hace las figuras de palma, con navajas, tijeras y otros instrumentos.
Estas artesanías no tienen un costo fijo, varía de lo que el cliente traiga en los bolsillos y sea su voluntad darles. En ocasiones, narran los hermanos, terminan regalándolas, unas veces por no quedarse con ellas, y otras por alegrar a las personas con un gesto de amabilidad.
Jorge cuenta que, además de rosas y cruces, sabe hacer sombreros, un oficio que batalló para que le enseñaran, allá en Sinaloa, por recelo a que les hiciera competencia.
Las hojas de las palmas, explican, las consiguen de lugares que podan. Las hojas para poderlas moldear de preferencia deben ser de nuevos brotes.
Aunque les han querido copiar la técnica y elaboración de rosas y cruces en esta frontera, aseguran que ellos son los únicos que ofrecen garantía de que estas artesanías no se desbaratarán con el paso de los días.
‘Nosotros preferimos hacer esto que pedir dinero en la calle. Es nuestra manera de ganarnos la vida’, dice con orgullo Christopher.
Los hermanos recriminan a aquellos que fingen ser deportados y con problemas para caminar para pedir dinero. ‘Muchos se hacen los que no pueden, tuercen los pies, nosotros les decimos que allá arriba todo lo ven y así van a quedar’.
La pareja de hermanos, quienes se acaba de mudar al fraccionamiento San Miguel, hacen un llamado a la comunidad para que valoren las artesanías de la localidad y apoyen a sus creadores.
