Existe tendencia suicida desde los cinco años en algunos niños
En Cisame se han atendido casos de pacientes desde niños hasta personas de la tercera edad
... 
Autor ![autor El diario de Sonora]()
El diario de Sonora
el 22/08/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 23/04/2024 11:39 AM.
El diario de Sonora
el 22/08/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 23/04/2024 11:39 AM.
Nogales.
En Cisame se han atendido casos de pacientes desde niños hasta personas de la tercera edad.
Niños de apenas cinco años de edad han sido tratados por presentar pensamientos o tendencias suicidas, mismos que son canalizados a una organización especializada en el tratamiento para menores, jóvenes y personas adultas.
Vanesa Zarate, psicóloga clínica en el Centro Integral de Salud Mental (Cisame) comentó que se han atendido casos de pacientes desde la corta edad señalada hasta ancianos de la tercera edad, aunque el rango de edad en jóvenes más propenso es a los 17.
Luego de que una menor de edad intentara suicidarse al lanzarse del campanario de una iglesia en Navojoa esta semana, en el Cisame se confirmó que en lo que va del año, al menos quince menores han sido canalizados a la asociación Daniel Guzmán para su atención más a fondo.
No hay una edad exclusiva, no necesariamente es así, desde cinco años se han atendido casos porque este fenómeno no discrimina a ninguna población”, comentó la especialista del Cisame.
Agregó que mucho tiene que ver la cuestión sobre el significado de la muerte en los niños, se han atendido a menores cuya creencia es querer estar con el abuelo ya fallecido o porque quieren descansar agusto, pero en sí el concepto de la muerte no lo han desarrollado.
Zarate descartó sea obligatorio tener alguna enfermedad mental y que ésta orille al suicidio; cualquier enfermedad pueda provocar tendencias suicidas o ninguna.
Dijo que de los 14 a los 34 años es la edad con mayor riesgo para optar por quitarse la vida, según estudios clínicos.
Para los padres es necesario fijarse en los cambios radicales, extremos, desde que dormía bien hasta no dormir casi nada, comía bien y después ya no prueba nada, era platicador y después se tornó serio o aislado; son cambios de un limite a otro”, dijo.
Pidió mantener comunicación abierta con los hijos, nunca dejar pasar la idea de que el niño pudiera planear terminar con su vida e inclusive preguntárselo directamente si quiere suicidarse y cuáles son las problemáticas que le afecten.
En Cisame se han atendido casos de pacientes desde niños hasta personas de la tercera edad.
Niños de apenas cinco años de edad han sido tratados por presentar pensamientos o tendencias suicidas, mismos que son canalizados a una organización especializada en el tratamiento para menores, jóvenes y personas adultas.
Vanesa Zarate, psicóloga clínica en el Centro Integral de Salud Mental (Cisame) comentó que se han atendido casos de pacientes desde la corta edad señalada hasta ancianos de la tercera edad, aunque el rango de edad en jóvenes más propenso es a los 17.
Luego de que una menor de edad intentara suicidarse al lanzarse del campanario de una iglesia en Navojoa esta semana, en el Cisame se confirmó que en lo que va del año, al menos quince menores han sido canalizados a la asociación Daniel Guzmán para su atención más a fondo.
No hay una edad exclusiva, no necesariamente es así, desde cinco años se han atendido casos porque este fenómeno no discrimina a ninguna población”, comentó la especialista del Cisame.
Agregó que mucho tiene que ver la cuestión sobre el significado de la muerte en los niños, se han atendido a menores cuya creencia es querer estar con el abuelo ya fallecido o porque quieren descansar agusto, pero en sí el concepto de la muerte no lo han desarrollado.
Zarate descartó sea obligatorio tener alguna enfermedad mental y que ésta orille al suicidio; cualquier enfermedad pueda provocar tendencias suicidas o ninguna.
Dijo que de los 14 a los 34 años es la edad con mayor riesgo para optar por quitarse la vida, según estudios clínicos.
Para los padres es necesario fijarse en los cambios radicales, extremos, desde que dormía bien hasta no dormir casi nada, comía bien y después ya no prueba nada, era platicador y después se tornó serio o aislado; son cambios de un limite a otro”, dijo.
Pidió mantener comunicación abierta con los hijos, nunca dejar pasar la idea de que el niño pudiera planear terminar con su vida e inclusive preguntárselo directamente si quiere suicidarse y cuáles son las problemáticas que le afecten.
