Disminuye número de sacrificios en el rastro municipal

Nogales, Son.

Ganaderos, en tiempo de lluvias, optan por dejar engordar al ganado.
En promedio el rastro municipal está sacrificando seis reces por día, informó  Edmundo Javier Alcalá Estrada, administrador del lugar.
Por la temporada vacacional y el regreso a las escuelas, el consumo de carne es bajo y por lo tanto disminuye el número de sacrificios, explicó Alcalá Estrada, y agregó que esto no quiere decir que haya un desbasto de carne, pues hay muchas empresas que distribuyen producto de procedencia nacional o internacional.
“El rastro no se encarga del abastecimiento de la carne,  da un servicio de sacrificio y de inspección sanitaria a toda la persona que lo solicite”, expresó.
Agregó que los ganaderos optan por esperar este tiempo para que el ganado engorde y por lo tanto aumente el precio, regularmente esto ocurre en temporada de lluvias.
El administrador del rastro manifestó que en su mayoría sacrifican vacas y algunos toros; no se están sacrificando ovinos ni caprinos porque  no se solicita ese servicio, pero están capacitados para realizarlo.
Explicó que en el proceso de sacrificio, el usuario primeramente tiene que demostrar la legal propiedad del animal; comprobándolo, se procede al siguiente paso, el cual consiste en hacer una inspección antes de matarlo para detectar síntomas que pudiesen indicar la presencia de alguna enfermedad; conforme a este resultado  se toma la decisión si es apto o no para el consumo humano.
Cuando el animal está en el rastro deben pasar 24 horas antes de sacrificarlo, no se puede matar el mismo día, pues la norma marca que debe tener un reposo para que libere el estrés que sufre al momento del traslado del lugar de origen hasta las instalaciones del rastro.
El procedimiento de sacrificio se debe realizar con una custodia especial que marca la norma y es obligatorio utilizar este tipo de arma.
Lo siguiente es una inspección post muerte donde se revisan ganglios y órganos para detectar que no represente peligro para la ciudadanía.
Una vez sacrificado el animal se mete en los cuartos fríos en los que permanece dos o tres días antes de ser entregado directamente al dueño en la puerta del establecimiento donde se venderá.
El administrador del rastro municipal informó que si en los estudios se detecta un problema que pudiese representar un riesgo para la ciudadanía o ganadería , se tiene que sacrificar de igual manera el animal y se decomisa el producto.
“Son las autoridades correspondientes quienes se entera primero del problema para que éstas a su vez tomen medidas en otras áreas”, expresó Alcalá Estrada.
Dijo que todos los rastros son considerados centro de monitoreo para detectar principalmente la brucelosis  y tuberculosis, enfermedades que se transmite a la gente y que a pesar de que existe medicamento pueden causar la muerte.
Es durante el proceso de sacrificio que se toman las muestras de tejidos u órganos que sean susceptible a las enfermedades.
El laboratorio es el que analiza y determina si hay presencia  tuberculosis y brucelosis y dependiendo de los resultados se detiene, se decomisa o se libera para su venta.
Alcalá Estrada manifestó que anteriormente los animales preñados no se sacrificaban, se regresaban al lugar de origen pero, el hecho de estar en contacto con los corrales del rastro, es considerado un riesgo por el simple hecho que se han detectado animales con posible tuberculosis y brucelosis y se expone la enfermedad a esos animales.
El animal que llega aquí ya no se puede sacar y se tiene que sacrificar, por ello es responsabilidad de los ganaderos detectar que no estén preñados.

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