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El diario de Sonora
el 02/09/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 05/05/2024 07:33 PM.
El diario de Sonora
el 02/09/2015 12:00 AM, Sección Nogales
Última edición 05/05/2024 07:33 PM.
En relación a la problemática social que se ha transformado el fenómeno del suicidio, el cual traspasa todo estrato social y generacional, compartimos una charla con Nuri Isabel Soda Jácome, fundadora de la Agrupación Daniela Guzmán, la cual nació tras la pérdida de su hija en estas circunstancias.
¿Qué es la Agrupación Daniela Guzmán?
Es una fundación con dos principales propósitos: brindar atención gratuita psicológica a todas las personas que tengan ideación suicida o tentativas de suicidio y dar a conocer a la comunidad cómo se puede prevenir el suicidio.
Para lograr los objetivos se realizan talleres con jóvenes y adultos de secundaria hasta universidad.
En este taller de seis horas adquieren conocimientos para identificar a una persona con tentativas de suicidio, las señales que manifiestan y cómo abordarla de una manera adecuada para canalizarlo a un profesional.
¿Cuándo nace esta fundación?
Después de pasar por el proceso de la perdida de mi hija… en septiembre 28 se cumplirán siete años de su perdida. En el velorio de ella decidimos realizar esta fundación, no sin antes recibir atención psicológica por su pérdida y buscando no se repitiera este suceso en la familia.
El amor a Daniela nos llevó a buscar cómo ayudar, así como también el amor a nuestra familia y amigos para que esto no nos suceda de nuevo, en nombre de Daniela, a favor de nuestra familia y de la comunidad.
Fue entonces cuando realizamos una investigación que nos llevó a darnos cuenta que sí es posible detectar signos y señales y que sí se pueden abordar a personas que tienen problemas de depresión y rescatar la vida de los jóvenes que lo padecen.
En Sonora se cuentan con dos instituciones que capacitan en la prevención del suicidio y tienen un costo; la Fundación Daniela Guzmán es la única en el país que realiza labores de prevención y atención de manera gratuita; próximamente capacitaremos a personas de los diferentes estados en línea.
¿Cuáles son los principales características de una persona que quiere suicidarse?
Cambios drásticos en la conducta, perder interés en lo que le gusta, aislamiento de amigos, grupos de hermanos o papás, aparente flojera de hacer cosas, tristeza aparente, silencio continuo, duermen mucho o dejan de dormir y demuestra timidez e inseguridad.
Muchas de las características pudieran estar relacionados a un cambio hormonal de los adolescentes, pero sus acciones y sus sentimientos son clave en la identificación. También habla de una manera no muy alentadora en sus proyectos de vida, hay llanto casi a flor de piel, la mirada se vuelve vaga y tiene poca autoestima.
Ante estas características lo más recomendable es preguntar si tiene ideas suicidas y manifestarle que puedes ayudarle. No confundamos y no justifiquemos un cambio hormonal con un posible pensamiento suicida.
Es doloroso para un padre, así como es doloroso preguntar si consume alcohol o tiene prácticas sexuales; es difícil porque se desearía que respondieran que no, pero hay que hablar directamente cuando se observa que algo no está bien… pregunta porque tú puedes salvar una vida.
Si la respuesta es un sí, la asociación está al servicio de la comunidad y se puede salvar la vida de tu amigo, hijo, primo.
¿Qué pasa cuando existe más de un intento de suicidio?
La familia piensa que el psicólogo lo hará todo, pero éste es un problema de familia; el entorno donde vive el joven necesita cambiar para que el joven o adulto se pueda recuperar.
Puede haber abuso físico, sobreprotección, alcoholismo o drogas alrededor de la familia y con la simple ayuda del psicólogo no se supera.
Un cinco por ciento de la recuperación lo da el psicólogo, el 95 por ciento lo da el entorno familiar y social.
Cuando la persona se enfrenta a un intento de suicidio, ¿cómo se puede ayudar?
En estas circunstancias la familia se siente devastada; la buena noticia es que cuando un joven trató de quitarse la vida puede recuperarse pronto, sólo basta que sea atendido por un profesional.
A veces la familia cree que con un compromiso de ya no lo vuelvo hacer es suficiente y no es así. La ayuda debe ser de manera integral, se necesita apoyo psicológico, tanto para el afectado como para las personas que viven a su alrededor.
Las terapias en la fundación Daniela son cada semanas por doce semanas consecutivas, a veces las familias dejan de llevar a los pacientes después de cuatro semanas por que vieron mejoría, pero el tratamiento es como mínimo de doce semanas.
¿Cómo se supera la pérdida?
La mayoría de los padres que pierden a sus hijos en estas circunstancias quieren estar solos y que nadie los moleste cuando las personas de alrededor quieren ayudar.
En mi caso personal lo pude superar porque tenemos amigos, tenemos familia, nos unimos y lo tomamos como una experiencia muy fuerte.
Cuando tú no tienes esa red de amigos, de familia que te apoya es difícil superar un duelo.
Si quieres ayudar a alguien que vive su duelo, basta con acudir a su casa, servirle lavando trastes, haciendo comida, lavando ropa y todo en silencio para permitirle vivir su dolor. Te retiras no sin antes decir aquí estoy, cuando tú me necesites basta con una señal y me acerco”. Así me apoyaron a mí.
Poco a poco y gracias a la ayuda de los seres queridos y un profesional se superará una perdida.
Si yo no hubiera tenido ayuda de un profesional no estuviera platicando mi caso.
En el caso de la menor de Navojoa, ¿cómo debieron haber actuado las autoridades?
Primero que nada tenían que haber despejado el lugar porque había muchas personas alrededor que la incitaban a hacerlo, en lugar de solamente verle gritaban no es cierto, no lo vas hacer, no te vas a tirar, bájate”; la retaban, la confrontaban.
Debieron acordonar el lugar para alejar a todos tan lejos que ella se sintiera segura y atendida. Los bomberos hicieron una labor dentro de lo que ellos saben, no podría decir si mal o bien porque no estamos preparados todavía para enfrentar esto.
Se necesitaba una persona que hiciera lo mismo que Yazmín, subir y de manera más tranquila negociar la situación hablándole de una manera adecuada.
Los papás no eran las personas de confianza; el mediador tenía que haberle preguntado a quién quería ver esos últimos minutos antes de que se tirara. Entre todos sus amigos del Facebook mínimo tendría que haber una persona que la amara; era necesario ofrecerle algo de lo que ella necesitara y no decirle no lo hagas”.
Poco a poco y platicando se hubiera podido llegar a ella y evitarlo. Me atrevo a decir que no era la primera vez que lo intentaba, tal vez se cortó, tomó pastillas; tenía señales muy claras: culpa, vergüenza, ansiedad, se sentía desesperada y su familia lo decía, que hablaba sola.
Este caso demostró que es necesario capacitar para que se sepa actuar en esos momentos.
¿Es necesario capacitar a bomberos, policías y sociedad en conjunto?
La fundación está trabajando en la detección y atención principalmente con jóvenes, pero es necesario seguir creciendo.
En este aspecto trabajaremos con la entrante administración para capacitar a cada una de las dependencias de seguridad y su personal para que sepan actuar, abordar y enseñar a enfrentar la situación.
¿Actualmente a cuántos pacientes atienden?
En promedio se atienden de cinco a seis jóvenes y adultos en cada uno de los diez consultorios. Las consultas se dan en las oficinas principales o en los consultorios privados de los psicólogos o suicidólogos capacitados para brindar ayuda.
La atención en menores va en aumento, ya que hay niños de preescolar que manifiestan su poco deseo de vivir. Todos los pacientes de dependencias de gobierno con tentativas suicidas son atendidas por nosotros incluyendo a estos niños y adultos mayores.
¿Principales razones que incitan al suicidio?
Este es un fenómeno social y lo principal es el entorno familiar, y eso duele. Hay sobreprotección, no dejamos que los niños y jóvenes desarrollen su inteligencia emocional, su autoestima; los padres somos los que nos ocupamos con mucho amor de enseñar que todavía no son capaces de ser independientes; estoy hablando desde niños jóvenes.
Desde pequeños debemos dejarlos hacer las cosas y aplaudir sus logros por mínimos que sean. Hay también demasiada libertad, los niños y jóvenes andan solos, se exponen a situaciones de abuso.
En estos aspectos es recomendable capacitarse como papá, tomar cursos. Demasiado amor, poco amor, entorno social, drogas, alcohol, todo influye en el intento.
¿Cuántos integran la fundación?
Veintidós suicidólogos capacitados durante diecisiete meses; veinte preventólogos certificándose como suicidólogos; miembros del staff, consejo directivo, entre otros… voluntarios contamos con un promedio de 55 personas.
Los psicólogos son los únicos que reciben paga por su labor y lo cubre la fundación, el paciente no aporta nada.
¿De dónde salen los recursos?
Traemos cada dos años a César Lozano para obtener ingresos, también recibimos aportación de dos instituciones, sobrevivimos también gracias a donaciones familiares de amigos… sí es muy poco y sí necesitamos apoyo en muchos aspectos, pero lo principal es ayudar y para ayudar solo se necesita querer hacerlo.
Si tuviéramos más recursos llegaríamos a más personas; evitaríamos más muertes, en tanto seguimos trabajando con los talleres y terapias, nos invitan las instituciones de salud; continuamos trabajando y bienvenidos los donativos para continuar creciendo.
¿Qué es la Agrupación Daniela Guzmán?
Es una fundación con dos principales propósitos: brindar atención gratuita psicológica a todas las personas que tengan ideación suicida o tentativas de suicidio y dar a conocer a la comunidad cómo se puede prevenir el suicidio.
Para lograr los objetivos se realizan talleres con jóvenes y adultos de secundaria hasta universidad.
En este taller de seis horas adquieren conocimientos para identificar a una persona con tentativas de suicidio, las señales que manifiestan y cómo abordarla de una manera adecuada para canalizarlo a un profesional.
¿Cuándo nace esta fundación?
Después de pasar por el proceso de la perdida de mi hija… en septiembre 28 se cumplirán siete años de su perdida. En el velorio de ella decidimos realizar esta fundación, no sin antes recibir atención psicológica por su pérdida y buscando no se repitiera este suceso en la familia.
El amor a Daniela nos llevó a buscar cómo ayudar, así como también el amor a nuestra familia y amigos para que esto no nos suceda de nuevo, en nombre de Daniela, a favor de nuestra familia y de la comunidad.
Fue entonces cuando realizamos una investigación que nos llevó a darnos cuenta que sí es posible detectar signos y señales y que sí se pueden abordar a personas que tienen problemas de depresión y rescatar la vida de los jóvenes que lo padecen.
En Sonora se cuentan con dos instituciones que capacitan en la prevención del suicidio y tienen un costo; la Fundación Daniela Guzmán es la única en el país que realiza labores de prevención y atención de manera gratuita; próximamente capacitaremos a personas de los diferentes estados en línea.
¿Cuáles son los principales características de una persona que quiere suicidarse?
Cambios drásticos en la conducta, perder interés en lo que le gusta, aislamiento de amigos, grupos de hermanos o papás, aparente flojera de hacer cosas, tristeza aparente, silencio continuo, duermen mucho o dejan de dormir y demuestra timidez e inseguridad.
Muchas de las características pudieran estar relacionados a un cambio hormonal de los adolescentes, pero sus acciones y sus sentimientos son clave en la identificación. También habla de una manera no muy alentadora en sus proyectos de vida, hay llanto casi a flor de piel, la mirada se vuelve vaga y tiene poca autoestima.
Ante estas características lo más recomendable es preguntar si tiene ideas suicidas y manifestarle que puedes ayudarle. No confundamos y no justifiquemos un cambio hormonal con un posible pensamiento suicida.
Es doloroso para un padre, así como es doloroso preguntar si consume alcohol o tiene prácticas sexuales; es difícil porque se desearía que respondieran que no, pero hay que hablar directamente cuando se observa que algo no está bien… pregunta porque tú puedes salvar una vida.
Si la respuesta es un sí, la asociación está al servicio de la comunidad y se puede salvar la vida de tu amigo, hijo, primo.
¿Qué pasa cuando existe más de un intento de suicidio?
La familia piensa que el psicólogo lo hará todo, pero éste es un problema de familia; el entorno donde vive el joven necesita cambiar para que el joven o adulto se pueda recuperar.
Puede haber abuso físico, sobreprotección, alcoholismo o drogas alrededor de la familia y con la simple ayuda del psicólogo no se supera.
Un cinco por ciento de la recuperación lo da el psicólogo, el 95 por ciento lo da el entorno familiar y social.
Cuando la persona se enfrenta a un intento de suicidio, ¿cómo se puede ayudar?
En estas circunstancias la familia se siente devastada; la buena noticia es que cuando un joven trató de quitarse la vida puede recuperarse pronto, sólo basta que sea atendido por un profesional.
A veces la familia cree que con un compromiso de ya no lo vuelvo hacer es suficiente y no es así. La ayuda debe ser de manera integral, se necesita apoyo psicológico, tanto para el afectado como para las personas que viven a su alrededor.
Las terapias en la fundación Daniela son cada semanas por doce semanas consecutivas, a veces las familias dejan de llevar a los pacientes después de cuatro semanas por que vieron mejoría, pero el tratamiento es como mínimo de doce semanas.
¿Cómo se supera la pérdida?
La mayoría de los padres que pierden a sus hijos en estas circunstancias quieren estar solos y que nadie los moleste cuando las personas de alrededor quieren ayudar.
En mi caso personal lo pude superar porque tenemos amigos, tenemos familia, nos unimos y lo tomamos como una experiencia muy fuerte.
Cuando tú no tienes esa red de amigos, de familia que te apoya es difícil superar un duelo.
Si quieres ayudar a alguien que vive su duelo, basta con acudir a su casa, servirle lavando trastes, haciendo comida, lavando ropa y todo en silencio para permitirle vivir su dolor. Te retiras no sin antes decir aquí estoy, cuando tú me necesites basta con una señal y me acerco”. Así me apoyaron a mí.
Poco a poco y gracias a la ayuda de los seres queridos y un profesional se superará una perdida.
Si yo no hubiera tenido ayuda de un profesional no estuviera platicando mi caso.
En el caso de la menor de Navojoa, ¿cómo debieron haber actuado las autoridades?
Primero que nada tenían que haber despejado el lugar porque había muchas personas alrededor que la incitaban a hacerlo, en lugar de solamente verle gritaban no es cierto, no lo vas hacer, no te vas a tirar, bájate”; la retaban, la confrontaban.
Debieron acordonar el lugar para alejar a todos tan lejos que ella se sintiera segura y atendida. Los bomberos hicieron una labor dentro de lo que ellos saben, no podría decir si mal o bien porque no estamos preparados todavía para enfrentar esto.
Se necesitaba una persona que hiciera lo mismo que Yazmín, subir y de manera más tranquila negociar la situación hablándole de una manera adecuada.
Los papás no eran las personas de confianza; el mediador tenía que haberle preguntado a quién quería ver esos últimos minutos antes de que se tirara. Entre todos sus amigos del Facebook mínimo tendría que haber una persona que la amara; era necesario ofrecerle algo de lo que ella necesitara y no decirle no lo hagas”.
Poco a poco y platicando se hubiera podido llegar a ella y evitarlo. Me atrevo a decir que no era la primera vez que lo intentaba, tal vez se cortó, tomó pastillas; tenía señales muy claras: culpa, vergüenza, ansiedad, se sentía desesperada y su familia lo decía, que hablaba sola.
Este caso demostró que es necesario capacitar para que se sepa actuar en esos momentos.
¿Es necesario capacitar a bomberos, policías y sociedad en conjunto?
La fundación está trabajando en la detección y atención principalmente con jóvenes, pero es necesario seguir creciendo.
En este aspecto trabajaremos con la entrante administración para capacitar a cada una de las dependencias de seguridad y su personal para que sepan actuar, abordar y enseñar a enfrentar la situación.
¿Actualmente a cuántos pacientes atienden?
En promedio se atienden de cinco a seis jóvenes y adultos en cada uno de los diez consultorios. Las consultas se dan en las oficinas principales o en los consultorios privados de los psicólogos o suicidólogos capacitados para brindar ayuda.
La atención en menores va en aumento, ya que hay niños de preescolar que manifiestan su poco deseo de vivir. Todos los pacientes de dependencias de gobierno con tentativas suicidas son atendidas por nosotros incluyendo a estos niños y adultos mayores.
¿Principales razones que incitan al suicidio?
Este es un fenómeno social y lo principal es el entorno familiar, y eso duele. Hay sobreprotección, no dejamos que los niños y jóvenes desarrollen su inteligencia emocional, su autoestima; los padres somos los que nos ocupamos con mucho amor de enseñar que todavía no son capaces de ser independientes; estoy hablando desde niños jóvenes.
Desde pequeños debemos dejarlos hacer las cosas y aplaudir sus logros por mínimos que sean. Hay también demasiada libertad, los niños y jóvenes andan solos, se exponen a situaciones de abuso.
En estos aspectos es recomendable capacitarse como papá, tomar cursos. Demasiado amor, poco amor, entorno social, drogas, alcohol, todo influye en el intento.
¿Cuántos integran la fundación?
Veintidós suicidólogos capacitados durante diecisiete meses; veinte preventólogos certificándose como suicidólogos; miembros del staff, consejo directivo, entre otros… voluntarios contamos con un promedio de 55 personas.
Los psicólogos son los únicos que reciben paga por su labor y lo cubre la fundación, el paciente no aporta nada.
¿De dónde salen los recursos?
Traemos cada dos años a César Lozano para obtener ingresos, también recibimos aportación de dos instituciones, sobrevivimos también gracias a donaciones familiares de amigos… sí es muy poco y sí necesitamos apoyo en muchos aspectos, pero lo principal es ayudar y para ayudar solo se necesita querer hacerlo.
Si tuviéramos más recursos llegaríamos a más personas; evitaríamos más muertes, en tanto seguimos trabajando con los talleres y terapias, nos invitan las instituciones de salud; continuamos trabajando y bienvenidos los donativos para continuar creciendo.
