Migrante sobrevive a desierto comiendo ratones

Pablo Vargas permaneció 15 días en el desierto en su intento por reingresar a Estados Unidos y reencontrarse con su novia

Migrante sobrevive a desierto comiendo ratones
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Nogales.

Pablo Vargas permaneció 15 días en el desierto en su intento por reingresar a Estados Unidos y reencontrarse con su novia.
Ratones silvestres y biznagas fueron el único sustento de Pablo Vargas durante 15 días en su intento por reingresar a Estados Unidos a través del desierto de Sonora; una experiencia que no recomienda para sus compatriotas que quieren intentar cruzar en búsqueda de una mejor vida en el vecino país del norte.
El migrante de 34 años de edad y originario de Cuernavaca, Morelos, relató su experiencia mientras descansaba afuera del comedor de la Iniciativa Kino, con un pie lastimado y con una férula, un recordatorio de lo que resultó su travesía por el desierto de Sonora.
No recomiendo a la gente que entre. Fueron quince días de camino, nos quedamos tirados, porque no llevamos agua ni comida, cargamos cuatro galones cada quien e íbamos buscando, comíamos biznagas y también les sacábamos el agua, se deshidrata uno, pero poquito a poquito”, recordó.
Pablo intentó cruzar la frontera por Sonoyta, acompañado de otros cuatro aspirantes a ilegales, tenía la esperanza de reunirse de nuevo con su novia embarazada que dejó en California, pero después de sobrevivir quince días sin alimentos ni agua en el desierto, optó mejor por entregarse a la Patrulla Fronteriza.
Nos tuvimos que entregar porque ya no aguantábamos, no teníamos agua ni comida, íbamos comiendo ramitas y hasta ratones comíamos, los asamos con lumbre, encontramos ratones en una madriguera, los matamos y los comimos.  Íbamos comiendo hojitas y pitayas”, añadió.
Los cinco fueron deportados hace cuatro días por Nogales y recuerda que las autoridades migratorias estadounidenses les brindaron un buen trato.
Estuvo bien, nos trataron bien la verdad, para que mentir, incluso me llevaron ellos al hospital, ahí me pusieron la férula”, aclaró Vargas.
Pablo radicó por más de quince años en California, Estados Unidos, tenía pendiente una cita en una corte federal, pero días antes fue atropellado por un vehículo y fue entonces cuando empezó el trámite de deportación.
Adelantó que su salida de Estados Unidos fue un crimen y que buscará asesoría legal por considerar que su deportación se dio de manera injusta.

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