El Diario de SonoraNogales
Fueron repatriados tras un accidente al viajar en un vehículo de la Patrulla Fronteriza sin recibir atención médica.
Posibles lesiones internas y fuertes dolores fue lo que dejó en varios migrantes el haber participado en un accidente automovilístico provocado por un agente de la Patrulla Fronteriza el pasado lunes por la tarde.
Entrevistados durante su estancia en el Albergue San Juan Bosco de Nogales, los ocho connacionales involucrados, la mayoría originarios de Guerrero y el Estado de México, denunciaron la posible violación de sus derechos por parte de la autoridad federal estadounidense.
Lo anterior después de chocar y volcar en el interior de un vehículo de la Patrulla Fronteriza y un maltrato por parte de un agente. Los migrantes dicen haber tenido problemas de salud, los cuales no fueron atendidos en su momento por las autoridades de migración estadounidenses y acusaron fueron deportados a México sin un diagnóstico médico certero sobre su condición física.
José Alfaro Marrón y Roberto Zaragoza Morgan, ambos originarios de Guerrero, relataron los hechos el pasado martes por la noche.
“Ellos no nos ayudaron, nuestros compañeros nos querían ayudar y ellos decían que no, a mi me dolía mi columna, yo quería que abrieran la puerta y el agente no les abría, al contrario, no decía que nos quedáramos ahí”, comentó.
“Cuando salí, no sentía mis piernas, salí arrastrándome como pude, hasta que llegó la ayuda porque tampoco podía respirar bien porque el golpe fue muy fuerte, ¿me entiendes?”, recordó Roberto, el más expresivo.
Señaló además que inmediatamente después de la volcadura no se les permitía salir de la unidad, a pesar de la gravedad de sus heridas, ya que Roberto Zaragoza menciona aun tener secuelas del choque y aun no se le realiza un diagnóstico confiable, ya que las autoridades de la Patrulla Fronteriza le negaron una segunda revisión o el acceso a un médico establecido en los Estados Unidos, deportándolo junto a sus siete compañeros con la incertidumbre de su condición.
A la fecha las autoridades de los Estados Unidos no han emitido ningún comentario sobre el incidente, pero el temor de los migrantes es que a raíz de ese choque puedan presentar otros problemas de salud.
Les preocupa que a raíz del accidente y su rápida expulsión, no podrán tener ayuda médica por parte de los responsables, ya que según la asesoría que les han dado, todo el movimiento legal debía de haberse realizado en el vecino país.
“Yo les dije que me dolía y me dijeron ‘no tienes nada, todo salió bien’... yo siento el dolor, según me hicieron radiografías, pero a mí me está doliendo, siento el dolor, yo no quisiera sentir nada pero me duele, lo que hicieron fue sacarnos, deportarnos para México”, indicó Zaragoza.
“Yo por mi parte iba a buscar un abogado porque nosotros somos las víctimas, nosotros sabemos, vamos en la caja, el va solito con su troca, uno no lo va molestando, entiendes, sin embargo... uno se viene... somos migrantes, uno va a trabajar y creo que eso era un poco racista el chavo. no sé”, agregó.
Ya deportados y en el lado mexicano, dicen haber tenido poco contacto con las autoridades consulares, solo se han puesto en contacto con ellos para establecer una hora y lugar para apoyarlos con el pasaje de vuelta a sus lugares de origen, actuar que para los receptores de los deportados Gilda y Francisco Loureiro del Albergue San Juan Bosco es algo fuera de lo común, ya que normalmente este proceso dura en ocasiones semanas o meses.
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