El Diario de SonoraUn juez los liberó por considerar que la declaración de la víctima no era suficiente.
“Tengo miedo porque ellos tienen mis identificaciones, saben dónde vivo y tengo miedo que tengan represalias contra mí o mi familia”, fueron las palabras de “Dany” J.V., joven “levantado” por tres personas que se libraron de la prisión debido a la falta de pruebas, según un juez local.
La víctima, de apenas 23 años de edad, vecino de la colonia Héroes, fue entrevistado horas después de que se enteró de que el juez procesal liberará a sus captores por falta de pruebas y denuncias a 48 horas de su detención.
Dany fue víctima de un secuestro express a principios de la semana por tres personas que abordaban un sedán en pleno primer cuadro de la ciudad.
Luego de que el juez liberara a los presuntos, un sentir de tristeza, impotencia y coraje invade al joven por el sistema de justicia que tenemos en México, al tiempo también desconoce qué quiere el juez, qué pruebas necesitan, si es necesario que cuando levanten a alguien pida lo lleven a la casa del mismo juez para que vean la gravedad del delito.
Aseguró que pese a todas las pruebas recabadas las personas fueron liberadas. Pide que la autoridad anuncien qué tipo de evidencias necesitan: “si quieren esté muerto o que fuera tomándome fotos con los delincuentes, que les llame cuando me levanten, porque creo que nada es suficiente”.
Agregó que desde entonces batalla para dormir, no deja de pensar en esos momentos, fueron cuatro horas muy difíciles y no las olvida.
Su abogado les recomienda esperar, tratar de conseguir más evidencias, que el caso no está del todo perdido, que solamente libraron la orden de aprehensión, pero que el caso continúa y que hay que presentar más pruebas, seguir adelante.
Dany recuerda que identificó a sus captores cuando los tenía enfrente una vez detenidos por policías municipales, dice eran dos hombres y una mujer que no fue detenida, aunque el joven brindó a las autoridades señas particulares, como tatuajes en los brazos de la fémina, cruces y letras, también en el cuello. Tiene entre 25 a 30 años es joven y le apodaban “La Güera”.
Los dos hombres están plenamente identificados, piensa que pudieron salir libres a las 3:00 de la mañana de este sábado al no autorizar la orden de aprehensión el juez, ya que se vencía el plazo el viernes por la noche.
Se enteró que el juez consideró que no existía suficiente evidencia, que el testimonio de una sola persona no bastaba, que necesitaba más.
Teme por su vida
“Yo iba saliendo de mi trabajo en el otro lado, trabajo en un almacén, esa vez cruce por la garita de las Banderas, llevaba mis audífonos y a la altura de una gasolinera que está debajo del puente por la López Mateos, se orilló un PT Cruser, se me emparejó y me piden que les indique dónde está el Centro Médico” dijo.
“Les di indicaciones, se abre la puerta de atrás y me suben al automóvil, me dicen que si vendo heroína, que si soy tirador, que si con quien trabajó, que me van a matar y me traen alrededor de tres a cuatro horas agachado en el carro para que no me vean por dónde íbamos”, añade.
Dany recuerda que le quitaron el cinto y los zapatos para ver que no traía heroína, le quitan la cartera y credenciales, licencia para conducir, la credencial de elector, le insisten que si era el tirador, que un ‘rabanito’ les dijo que era quien la estaba regándola, cuando yo ni siquiera había visto la droga, que sabía lo que era, pero nunca la ha conocido.
“Total, sacaron mi tarjeta del banco, me pidieron el NIP, se bajaron en un cajero y no pudieron ingresar a la cuenta porque la tarjeta es de mi mama, no me sé el NIP de ella, nos confundimos de tarjeta, fue cuando me dijeron que me iban a matar por mentiroso, por no darles el NIP”, comenta.
“Me trajeron en vueltas a la altura del aeropuerto me bajaron descalzo y sin mis pertenencias, sin cartera ni celular, sin una cadena de oro, sin cinto ni nada”, añade.
Desconoce por cuánto tiempo lo tuvieron secuestrado, aunque calcula que fueron entre tres a cuatro horas, tiempo en el cual recibió tortura psicológica donde lo amenazaban con matarlo, pese a sus intentos de escape, ya que hasta llegó a enfrentarse a golpes contra un sujeto que lo cuidaba en el asiento trasero.
“Intente abrir la puerta y no pude, no abría por dentro, hubo muchas amenazas de muertes, que me iban a buscar, que tenían mi dirección y que incluso vendrían a la casa a buscar a mis papás.
El chofer me decía que me iba a matar ahí, que traía con qué, por eso mejor me calmé”, comentó.
El joven recordó que cuando lo bajaron en el lugar, le dijeron que irían a su casa, lo peor que pensó es que cumplieran su amenaza y fueran por sus padres, fue entonces cuando se quedó en shock por diez minutos, sin saber qué hacer, empezó a caminar y a pedir ‘rayte’ a los carros que pasaban.
Fue hasta el cuarto vehículo que circulaba por la carretera que el conductor se paró y le ofreció llevarlo a la ciudad, pensando que era un compañero del trabajo, aún así le pidió subiera, preguntándole que hacía tarde en ese lugar, antes de llevarlo hasta su domicilio.
Ya liberado, el joven no intentó hacer nada, pero con sus padres acudió a las corporaciones policiacas, quienes según dijo, los trataron y atendieron bien, les recomendaron entablar una denuncia, los asesoraron y hasta pusieron a la orden a un abogado.
Aunque considera no sirvió de mucho al final de cuentas.
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