Ser payaso es un gran trabajo: ‘CHAPERÓN’ Y ‘BUBU LLAVERO’
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Magdalena .
‘Hay quienes denigran esta profesión; la gente de Sonora es respetuosa y te ayuda’.
Ser payaso de crucero de las calles es un gran trabajo, “hay que aprovechar los instantes que dura el cambio del semáforo para hacer reír o llamar la atención de los automovilistas y te regalen una moneda, pero sobre todo la sonrisa”.
Así lo manifestaron “Chaperón” y “Bubu Llavero”, dos payasos que al tener poco de residir en Magdalena se han ganado el cariño de los habitantes y de quienes transitan por la avenida Niños Héroes.
Entrevistados para El Diario de Sonora, “Chaperón y Bubu Llavero”, sus nombres artísticos, manifestaron ser originarios de Monterey, Nuevo León y decidieron emprender la aventura de trasladarse a la ciudad de Tijuana Baja California en busca de mejor nivel de vida.
Para ello decidieron emprender el viaje pero trabajando en distintas ciudades para costearse los gastos del viaje y es así como han sobrevivido y con lo que obtienen en sus rápidas presentaciones les da para pagar la manutención y el hospedaje.
Argumentan que son parecidos “los genios” de los regiomontanos a los del sonorenses, manifiestan que el humor del neoleonés es más duro, es de carácter fuerte y se enoja más rapidamente, sin embargo el trato del sonorenses es muy bonito, amable y “la prueba es que nos han recibido muy bien”.
Magdalena, definitivamente es un municipio con magia, es amable, en el poco tiempo que llevamos aquí nos han recibido muy bien y nos han tendido la mano y hasta ahora no hemos recibido ninguna mala cara ni ataques.
Uno de los payasitos de nombre Manuel Gutiérrez, comenta “somos personas como cualquiera, tenemos diez años trabajando juntos de cuatro a seis horas diarias y el mejor pago que recibimos es ver la cara feliz o la sonrisa y que aparte nos regalan una moneda”.
Recalcan que ser payaso no es pedir limosna, “es un trabajo porque podemos andar con algún problema e incluso hasta de salud, sin embargo tenemos que hacer frente y presentar buena cara al espectador.
Los payasitos de la calle reprueban a esas personas que vistiéndose de payaso lo hacen para golpear a alguien o cometer algún asalto o acto vandálico. Exclamaron: “esas personas denigran nuestra profesión y los exhortamos a no cubrirse de payasos para cometer esas fechorías”.
Hay mucha competencia a nivel mundial, nosotros hacemos acrobacias, payasos de circo, nos contratan para algún evento familiar, como malabaristas y mimos, siempre con un respeto muy grande para el público y en especial para la niñez.