Cumple 41 años albergue San Juan Bosco

Este hogar temporal para uno de los sectores de la sociedad con mayor vulnerabilidad y que en muchas ocasiones llegan a nuestra ciudad solamente con lo que tienen puesto, fue fundado el 31 de enero de 1982, por la pareja de altruistas Juan Francisco Loureiro Herrera y su señora esposa Gilda Esquer, quienes iniciaron dando asilo a un grupo de personas migrantes, quienes de casualidad cruzaron su camino y ellos con la intención de ayudarlos, les prestaron un pequeño cuarto para que pasaran la noche, proveyéndoles alimento y cobijo para las frías noches nogalenses.

Por su destacada labor y la de toda su familia, Francisco Loureiro, acompañado siempre de su esposa Gilda, fue distinguido con el premio estatal a la filantropía en 2017, y en su momento comentó que se sentía contento y satisfecho por haber sido reconocido, y reconoció que nada de esto hubiera sido posible sin el apoyo incondicional de sus seres queridos y de toda la comunidad nogalenses.

El pasado 18 de diciembre de 2020, víctima de complicaciones por Covid, el filántropo falleció y en su funeral, se contó con la asistencia de alrededor de mil 200 personas que atiborraron el albergue y sus inmediaciones, para despedir a quien en vida, ayudo a millones de familias migrantes, dejando un legado de suma importancia para todos los que tuvieron el honor de conocer a esta figura local que dedico la mayor parte de su tiempo en hacer el bien para los demás.

Sin duda, el compromiso de continuar los pasos cimentados por esta distinguida pareja de nogalenses es difícil, pero este centro de ayuda tiene un futuro igual de brillante ahora bajo la administración de Francisco Loureiro Esquer, quien junto a sus hermanos, hijos y sobrinos, dotan de todo lo necesario a los que buscan un lugar donde poder recuperarse de la traumática experiencia relacionada con una deportación o el duro camino de la migración.

“Apoyar al que más lo necesita, es una experiencia muy gratificante que nos ha hecho crecer como seres humanos bastante, respecto a lo que me comentas, nosotros ya con la experiencia que tenemos, con el legado que me dejo mi padre y que actualmente lo estoy viviendo con mi madre, nosotros vemos en un futuro, poder seguir brindando el servicio al grupo vulnerable de los migrantes”, mencionó Loureiro Jr.

Si bien en un momento se eligió el nombre de San Juan Bosco, por su trabajo en la educación y favor de las personas en riesgo o los desprotegidos, las acciones de la familia Loureiro Esquer, ha dejado una profunda huella en los millones de mexicanos y ciudadanos de otros países, e inclusive continentes que en un momento de gran necesidad encontraron el cobijo, alimento y el abrazo espiritual, por lo que podemos asegurar que para muchos, estos ilustres fronterizos han sido la salvación.  

“Significa muchísimo trabajo, muchísimo trabajo y como te lo comente, una experiencia muy bonita y muy gratificante poder ayudar a este gran grupo de personas, que ingresan a nuestra frontera”, reafirmó.