Nogales, Son
Como parte del seguimiento a la sección Mujeres de la Frontera, esta vez se presenta la historia de una protagonista extraordinaria, una poderosa operadora de vehículo pesado.
Ella es Gricelda Kosterlitzky, desde hace cuatro años trabaja como chofer de un tractocamión de cruce en el intercambio comercial internacional con servicios para la industria maquiladora. Una historia que intrigó desde el inicio con su apellido inusual de origen ruso, además que antes de manejar una pesada unidad operaba una estancia infantil.
“Era una estancia infantil de Sedesol, se llamaba Risitos de Oro, yo duré 14 años con estancia infantil en la Colosio y a partir de que lo que se vino la pandemia pues nos vimos obligadas a cerrar. Después ya nos pusieron más cosas que teníamos que ir teniendo en la estancia y decidimos cerrar muchas”, contó al inicio de la charla.
Sobre cómo termina arriba de un tráiler, explicó que desde chica aprendió a manejar carros grandes, por lo que una vez concluida su etapa en el cuidado de infantes como una forma de trabajo, le ofrecieron esta oportunidad de ser trailera, un oficio que le deja grandes satisfactores y retos al formar parte de una tarea prioritaria en el desarrollo transfronterizo.
“Es un trabajo que no es nomás para los hombres, las mujeres también ya hemos demostrado que también podemos en otros ámbitos, es un trabajo muy libre, muy bien pagado, tenemos hora de entrada, pero no tenemos hora de salida, nosotros nos movemos con material de maquiladora, lo transportamos a Estados Unidos, lo más lejos es a Molex, Rio Rico y lo demás son cruces locales de aquí de Nogales a Nogales, Arizona”, explicó.
Responsabilidad plena
Con este desempeño se mantiene sujeta las revisiones aduaneras, tanto de autoridades de México como de Estados Unidos, toda vez que ellos como choferes son responsables ante cualquier eventualidad, principalmente ante el temor de que le llegaran a “sembrar” algún tipo de mercancía ilegal.
De ahí que se mantiene atenta ante cualquier situación antes de salir de almacén o solicitar ante autoridades que se envíe a revisión en un determinado momento de duda, que por fortuna en estos cuatro años que tiene de trabajo aquí no le ha pasado.
“Nosotros cruzamos la aduana mexicana, podemos caer en rojo, uno ya sabe, rojo nos supervisan la mercancía, a veces tardamos dos horas, a veces un poco menos, de ahí ya nos vamos a Estados Unidos, en Estados Unidos igual caemos en revisión como rayos, igual caemos a caseta uno que también es como la aduana mexicana y ya de ahí igual, una o dos horas y ya de ahí nos dirigimos a los almacenes”, señaló.
“Nosotros somos responsables de todo lo que trae el vehículo, pero también nosotros tenemos que estar al pendiente en el momento que nos suben la mercancía, si nosotros vemos que llevamos una mercancía dudosa, le pedimos al patrón que nos eche el perro, es una manera de protegernos nosotros”, agregó.
Consideró que el ambiente de la importación y exportación a través del manejo de vehículos pesados, la operación del recinto fiscalizado y la aduana, en lo general es bueno, solamente que a veces las aduanas trabajan muy lentas, bajan todo el material y es un proceso que a veces se dificulta con las personas que validan la liberación y si es un poco bromoso.
Respaldo familiar, su fortaleza
Gricelda es una mujer de 51 años de edad, de familia sólida, tiene a su esposo y tres hijos, con la referencia de responsabilidad en su desempeño, incluso en muchas ocasiones hasta mejor que los varones, al dejar plasmadas sus ganas de seguir en este trabajo, en el que encontró pasión.
“Saben que puedo hacerlo, o sea que, Dios le da a uno muchas cualidades, no cualquiera podemos subirnos, sin embargo, no es nomás trabajo de hombres verdad, el que digan, el tráiler nomás los hombres, no, nosotros también podemos”, respondió sobre qué dice su familia sobre su actividad.
Enfrentó discriminación por ser mujer
Si le ha tocado algún tipo de discriminación por ser mujer, expuso que al principio cuando empezó a trabajar sí, porque todavía existe el machismo y hay hombres de que no aceptan que puede hacerlo y señalan que la mujer tiene que estar en la casa, pero al trayecto del tiempo ha podido demostrar que sí puede.
En marzo se conmemora el 8 el Día Internacional de la Mujer y ante esta iniciativa de Mujeres de la Frontera, remarcó un mensaje a las mujeres sobre capacidad y prevención, toda vez que, desde este proceso de importación y exportación enfrentan un soporte valioso para la cadena de suministros del sector productivo, ya que sin estos mecanismos la gente prácticamente se quedaría sin trabajo, ya que ciertamente las maquiladoras elaboran su trabajo, pero ellos como transportistas los mueven.
“Es un trabajo mucho mejor pagado que una maquiladora, que se es libre, no estamos prácticamente encerrados, tenemos nuestros riesgos, igual te puede pasar algo en el camino, un choque, algo, lo primero, lo más importante aquí es la prevención, puedes prevenir, si nosotros sabemos que llevamos una carga muy pesada no nos vamos a ir tan recio y no digan que no podemos, sí podemos”, recalcó Gricelda Kosterlitzky.