Nogales, Son
Parte de las actividades que se realizan por el 8M, es la exposición de casos de abusos, esto en temas de psicología, es una actividad terapéutica que permite a las victimas poder entender, reflexionar y hacer conciencia sobre lo que vivieron, pero así mismo exhibe a la sociedad la gravedad del abuso que enfrentan las mujeres y niñas en nuestro país.
Uno de los pasos más importantes y difíciles que llega a enfrentar una persona víctima de abuso, es poder hablar sobre ello, son las marchas 8M una red de apoyo para quienes han sufrido de estos abusos, encontrando un lugar donde pueden expresar sin ser juzgadas o señaladas.
“Es algo terapéutico para las personas que acuden a estos movimientos, incluso hay quienes por años han acudido y les cuesta el poder externalizar y compartir sus historias de abuso que hayan experimentado en la infancia, adolescencia o incluso en la adultez”, expuso Luis Duran psicólogo especialista en abuso sexual.
Este tipo de rituales sirven para exponer a la comunidad, la gravedad sobre el abuso sexual no solo en mujeres, por lo que llegan a tener un impacto social se consideración.
“Según la Comisión Ciudadana de Seguridad Pública del Estado el 80% de los casos de abuso sexual no son denunciados, el 46% de los casos de abuso sexual son en niñas de 0 a 5 años y todas las personas entre os 12 y 17 años han sufrido de abuso, maltrato o acoso sexual en algún momento de su vida”, añadió.
Según las estadísticas marcan que el 80% de casos de abuso sexual no son denunciados, lo que significa que la mayoría de las personas abusadas no reciben un apoyo psicológico apropiado para su situación.
“El abuso sexual es un problema muy grande en la sociedad, sobre todo por las cuestiones morales que en décadas anteriores se tomaba como una experiencia de vergüenza, incluso muchas familias dentro del tratamiento prefieren ocultarlo en muchas ocasiones para proteger al abusador, que en la mayoría de los casos es alguien cercano a la familia o si no, es miembro de la familia, el ritual que se realiza dentro de las marchas es liberador para las víctimas, el poder después de muchos años externar lo que sufrieron, teniendo la conciencia y el conocimiento de que no fue su culpa y que no es razón de vergüenza, ya que todas las víctimas de abusos sexual tardan años en poder hacer conciencia sobre el mismo, por ello pasan años auto engañándose incluso haciendo creer que esa experiencia nunca paso”, finalizó.