Nogales, Sonora.
Una vez más se vivió la intensidad de la celebración por el Día de los Fieles Difuntos en los panteones de Nogales, como en todo México, donde entre música y flores las familias cantaron para no llorar, al recordar a sus seres que no habrán de olvidar.
En el panteón Nacional Anexo, el grupo HDZ, integrado por Luis, Cristian, José y Antonio compartieron algunas canciones que mueven emociones con el género de regional mexicano a visitantes en este Día de Muertos, como parte de las tradiciones.
“Es una tradición cada año andar aquí, precisamente ahorita terminamos de tocarle unas canciones a unas personas que ya tenemos varios años tocándoles una canción siempre, pues para ellos es muy significativo y obviamente para nosotros también”, dijo Antonio Luna, bajista y segunda voz.
“Ahorita venimos desde abajo tocando una canción a todos, a cada quien se la hemos tocada, cada quien siente el recuerdo de cada persona que tiene aquí en el panteón y para nosotros nos da satisfacción poderle transmitir ese recuerdo, esa tristeza, esa alegría a las personas que les tocamos una canción”, agregó.
Coincidieron que la música siempre es parte de la vida, de la alegría, pero también de sinfín de emociones entre ellas la tristeza o el dolor y en este caso evocar la nostalgia del ser querido que se encuentra ya solo en sus recuerdos, por lo que solicitan canciones muy específicas para compartir al pie de sus tumbas.
“Mire, la que más nos solicitan es, ahorita, de ayer a hoy, nos han solicitado Quisiera tener alas y de las que más nos solicitan es la de Amor eterno, Te vas Ángel mío, Para mi viejo, Cruz de madera, son de las que más nos solicita la gente, como le digo, cada persona tiene su sentir, ya sea tristeza o alegría”.
“A muchas personas les gusta sentir alegría, a otras, tristeza, porque no nomás tocamos ese tipo de canciones, también hay algunos que les tocamos cumbias, porque les gusta alegrar a la persona que ya está en el cielo”, recalcó.
Para ellos como músicos y también como seres emocionales, el hecho de venir a compartir a sus melodías, al integrarse de lleno a esta celebración de las tradiciones mexicanas en los camposantos, sienten una conexión con el dolor de las familias, por lo que es inevitable dejarse llevar.
“No pues no tiene precio, significa lo máximo para nosotros, yo en lo personal, no sé mis compañeros, cuando estoy tocando las canciones, pues hay veces se me hace un nudo en la garganta también, porqué, porque yo siento lo mismo que ellos nos transmiten a nosotros, es algo que no se puede explicar lo que uno siente, la verdad”, dijo.