A cuatro años de su aniversario luctuoso y precisamente en el Día Internacional del Migrante, destaca la vida y obra del empresario Don Juan Francisco Loureiro Herrera y su esposa Gilda Irene Esquer, que dedicaron casi 40 años en el servicio altruista de alimento y cobijo a migrantes en Nogales, Sonora; nuestra solidaridad siempre con su familia.
Son gran ejemplo de amor y servicio al prójimo, inspirado por la vida y obra de Don Bosco, Don Juan Francisco Loureiro Herrera deja un legado de sacrificio, pero también de inmenso amor por la humanidad, al lado de su esposa, su familia y amistades.
"Don Paco" contrajo el virus del Covid-19, primero con síntomas menores, luego requirió hospitalización, donde se reportaba estable, pero grave, su presión arterial se complicó y fue necesaria la intubación, hasta que se confirmó perdió la batalla.
Millones de historias pasaron en este caminar de atención, servicio y lucha para estas personas en condición vulnerable, cuya idea nació al auxiliar a una familia en época de frio y nieve, que encontraron en las vías de la estación de trenes, los llevaron a su casa sólo con la firme intención de ayudar.
"Estábamos recién casados Gilda y yo, fue entonces que supimos que esa sería nuestra misión", contó innumerables ocasiones Don Paco, quien el año 2017 fue galardonado como "Ciudadano del Año" por las autoridades; Descanse en paz Don Paco Loureiro y su amada Gilda Esquer.