Desde 1931 se estableció el 6 de enero como día de las enfermeras y los enfermeros a fin de reconocer la enorme labor que realizan en favor de la salud y desde 2021 se modificó para unirla a la celebración internacional el 12 de mayo, sin embargo, permanecen los motivos para destacar su aporte a la mejora de la calidad en los servicios de salud en México.
En esta ocasión, con el testimonio de Adriana Bio Zavala, con estudios de enfermera general en la Universidad Autónoma de Sinaloa, licenciatura en la Universidad de Sonora en Hermosillo, maestría y posdoctorado, y que actualmente rinde su servicio en el Issste de Nogales con 24 años de trayectoria profesional, además de combinar su profesión como docente desde hace 13 años.
Explicó que desde niña le gustó el área de la salud y al provenir de una familia muy grande de 12 hermanos, más mamá y papá, desde pequeña realizaba curaciones, incluso con inyecciones que aprendió en cursos de fomento a la salud en el IMSS de Huatabampo, Sonora, de donde es originaria.
Descubrió a temprana edad que quería servir a la población en esta noble labor profesional y a pesar de no contar con la formación adecuada lo hacía, dada su fortaleza de aprender, por lo que como pudo se graduó como enfermera general en la Universidad Autónoma de Sinaloa, a donde acudió con muchas limitaciones como estudiante foránea.
Fue difícil salir de mi pueblo, en mi lugar de origen, porque no nos permitían como mujer salir de la casa para ir a estudiar y en esa ocasión me puse rebelde hasta que mis papás y hermanos me apoyaron, dijo.Regresó a Huatabampo a trabajar en el área de la salud en el programa Oportunidades, donde no había horarios para poder atender a los pacientes, es decir a cualquier hora ahí estaban en apoyo.
Le tocó trabajar con 17 comunidades en primer nivel y sentía que le hacía falta aprender más para abrir más oportunidades profesionales, ya que en ese tiempo no estaba catalogada como licenciatura, por lo que después se dio la ocasión de realizar sus estudios de licenciatura en la Universidad de Sonora en Hermosillo; de ahí tocó puertas y se abrió la oportunidad laboral en el Issste e Isssteson, donde pudo ejercer segundo y tercer nivel.
Desde una sinergia de fortalecimiento actual en el desempeño y combinar indicadores de calidad, así como diagnósticos de enfermería, lo cual antes no se manejaban, con especial seguimiento a los procesos de individualizar la atención a cada paciente, desde bebés hasta adultos mayores.
En los servicios de salud todos aportamos, la atención no se lleva a cabo sin un equipo multidisciplinario con enfermería, médicos, rayos X, laboratorio, siempre por medio de la indicación médica, agregó.
Retos personales que la hicieron sentir vulnerable
Respecto a algún reto personal donde se haya sentido vulnerable, dijo que en 2004 le tocó atender una pandemia de dengue hemorrágico, donde falleció una de sus hermanas, donde se quedó con el sentimiento que podía haber ayudado.
Otro caso que le tocó atender fue en 2005 a otra de sus hermanas que sufrió quemaduras severas en Tijuana junto con su esposo, por lo que solicitó autorización para realizar ella las intervenciones de curación en el Issste, incluso en el proceso de injerto, una situación que le marcó de forma muy significativa y pudo sacar adelante, al sentir en lo más bonito es que ella vive.
Otro de los casos fue el fallecimiento de su mamá de un infarto fulminante, y aunque ahí no se pudo hacer nada sí es algo que le marca, porque siempre estaba la voluntad de atenderla en tiempo que fuera necesario en la posibilidad de una recuperación.
Dijo que se trata de una profesión con alto impacto psicológico, mental y físico, de ahí su interés de promover y atender actualizaciones permanentes, como una premisa de interés en su trayectoria de atender cursos, diplomados, jornadas, simposio o todo lo relacionado en la capacitación, que la han llevado a un post doctorado.
Cuando llegó a Nogales se le dio la oportunidad de trabajar en el Hospital del Socorro, que es de carácter privado y dada su formación profesional la invitaron a fungir también como docente en la escuela de enfermería Pablo de Anda, donde ya tiene 13 años y eso la motiva a seguirse preparando al combinar la habilidad y la destreza con el conocimiento científico.
Comentar sobre el Covid-19 aún duele
Le tocó trabajar en la pandemia del Covid-19 y como profesional de la salud le impactó de manera muy fuerte y que ahora tiene la fortuna de poder contar, ya que perdieron a muchos trabajadores de la salud y a gran parte de la sociedad, donde le tocó desde el inicio, de una enfermedad que no conocían y no estaban preparados para afrontar.En el momento me impactó en los pacientes que nos tocó atender o estar con ellos, ellos tenían la necesidad de tener a su familia y estaban solos entre comillas, porque siempre nosotros damos lo mejor en la atención, pero ellos requerían de su familia, señaló.
Entonces fue impresionante, no les puedo comentar mucho de esta parte porque al momento de comentarlo es dolor, es algo que nosotros no lo podemos superar todavía porque vimos morir muchas personas, indicó.Manifestó sentirse muy feliz y muy contenta de ser enfermera, profesión que le permite estar en la mejor disposición de servir, al considerar que hasta ahorita se siente realizada con todo lo que he hecho, por lo que abraza fuerte a mujeres y hombres que se dedican a esta noble profesión en el mundo.