Ataca jauría de perros a joven madre y a su bebé en colonia Héroes

Un promedio de 30 personas resultan afectadas diariamente por mordeduras de perros en la vía pública, aseguró la regidora Dora Alicia Ruelas Armenta, presidente de la Comisión de Salud en el Cabildo de Nogales, por lo que urge fortalecer acciones de intervención de manera preventiva.
En este contexto, resalta el testimonio de Maritza, una joven madre que fue atacada por una jauría de perros en la colonia Héroes, mientras, como pudo, puso a salvo a su pequeña hija que llevaba en una carreola y la premisa que, a cualquiera le puede pasar.
Venía bajando de ahí donde está la bajada de la Escuela 38, en la por esquina está el parque y cuando pasé hacia el parquecito yo venía con la niña en la carriola y estaban los perros, me miraron los perros y salió uno ladrando, salió un perro ladrando de la casa así de enfrente y cuando se dejó venir el perro se dejaron venir otros dos, expresó.
Les hice yo así para que se fueran y en eso salieron los otros perros de acá de la otra casa y se juntaron como seis perros y se me echaron encima y no venía nadie más que yo y la niña y me asusté mucho y les empecé a gritar y yo ¡ay los perros, los perros! empecé a gritar y agarré a la niña de la carriola entonces les hacía, pero se me echaron todos los perros encima y ya cuando agarré la carriola para avanzar me alcanzó a agarrar un perro por detrás así, agregó.Señaló que agarró una piedra y le aventé a un perro que corrió, al precisar que se trataba del que la había mordido y se metió a una casa, a donde ingresaron otros tres de los perros y los otros se fueron hacia otro lado.
Como pudo se adelantó y me quedó un rato en la banqueta porque le dolía mucho sentir la mordida y fue cuando de una de las casas salió una muchacha, a quien le comentó que la habían mordido esos perros, pero que su hija estaba bien.
Indicó que fue auxiliada por su esposo, para ser llevada de inmediato al área de urgencias del IMSS, donde no la pudieron atender porque no contaban con jabón neutro, gasas, ni desinfectante y mucho menos la vacuna contra la rabia, por lo que fue despachada a su casa y tuvo que atenderse en un consultorio de farmacia privada.