En riesgo conductores que viajan a Ímuris

Cananea.
El tramo en reparación es un estanque de agua, aunado a las malas condiciones del pavimento
Las obras de ampliación a cuatro carriles que se realizan en los 22.5 kilómetros de carretera en el tramo de esta ciudad a Imuris, se encuentran convertidos en verdaderos estanques con el agua proveniente de las lluvias.
Los conductores arriesgan sus vidas al manejar sus vehículos por este tramo que no cuenta con el mínimo de seguridad a pesar de las deplorables condiciones en que se encuentra.
Aunque existe una desviación por un carril alterno de terracería, este camino no presenta las condiciones mínimas para transitar, mucho menos con las lluvias donde se estancó el agua cual si fuera un enorme canal.
Los resultados de circular por esta rúa son automóviles dañados, principalmente del carter por ser la parte baja del carro, llantas reventadas, suspensiones quebradas, entre otros daños que presentan los vehículos.
A todo ello se suma la nula vigilancia en este tramo carretero de la policía federal, quedando prácticamente los automovilistas abandonados a su suerte.