Albergan en Caborca a personas necesitadas
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El Diario de SonoraCaborca.
La Asociación de Pensionados y Jubilados apoya a migrantes y gente en condición vulnerable.
La Asociación de Pensionados y Jubilados de Caborca A. C., fue constituida desde 1999, primeramente para pensionados y jubilados, y posteriormente para adultos mayores en situación vulnerable, esto de una manera 100 por ciento altruista.
Así lo manifestó el licenciado Rubén Sánchez Méndez, presidente adjunto de la asociación, la cual es presidida por el ingeniero Raúl Lomelín Soto.
Expresó que durante siete años han recibido y prestado atención a personas nacionales y extranjeras que vienen de paso por Caborca y que no tienen donde protegerse de las inclemencias de la naturaleza u otro tipo de accidentes.
Hace tres días, precisó, “atendimos a 12 migrantes; y en lo que va de esta temporada invernal, hemos llegado a atender hasta 26 personas en un día. Este servicio lo hemos prestado y lo seguiremos prestando mientras podamos”.
Refirió que la agrupación no cuenta con apoyo de ningún tipo del gobierno ni de empresas particulares, toda vez que esta asociación es autofinanciada por los mismos socios a través de cuotas, eventos sociales y donaciones.
Sánchez Méndez indicó que entre todos los socios han logrado levantar una construcción, aun inconclusa, ubicada a un costado de la Unidad Básica de Rehabilitación (UBR) Alina Trevor Pino, en la colonia Deportiva.
Expuso que en estas instalaciones, en los últimos siete años, se ha puesto a disposición de las autoridades competentes como albergue temporal en casos de desastres, ya sean naturales o físicos, como inundaciones, ciclones, frentes fríos, accidentes carreteros, quemas de casa, migrantes extranjeros y nacionales en apuros, además de servir como centro de actividades para la ejecución de programas oficiales y particulares.
Los únicos requisitos para que las instalaciones puedan ser utilizadas por las personas que así lo necesiten, dijo, son que alguna autoridad, de cualquier nivel, los presente; no drogas ni alcohol; no riñas ni enfermedades contagiosas; y no armas de ninguna especie.
Aclaró que no siempre otorgan comida, ya que no cuentan con presupuesto para adquirirla, ni utensilios para elaborarla ni personal que se responsabilice de prepararla y servirla.
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