La reforma aprobada por la mayoría oficialista, que impide la impugnación de reformas o adhesiones a la Constitución, reducirá la autoridad de los estados, municipios y de la propia CNDH, dejándolos vulnerables ante decisiones centralistas, según lo expresó el Senador por Sonora, Manlio Fabio Beltrones.
Durante una intensa sesión que se extendió por varias horas, el Senador presentó su voto en contra del dictamen de reforma a los Artículos 107 y 105, así como al transitorio Segundo del proyecto de decreto relacionado con la inimpugnabilidad de las adiciones o reformas a la Constitución Federal.
En un video grabado en las primeras horas de este viernes, al finalizar la sesión, el Senador subrayó:
Quisiera imaginar qué va a hacer cada Congreso local ahora que reciba la reforma para su ratificación; si habrán de defender sus facultades locales o cederán su espacio a esta nueva centralización de funciones.Se deberá prestar atención a cómo justifican que el pacto federal, que firmamos como base de nuestra organización política, se vea afectado, así como a la manera en que algunos congresistas federales explicarán a sus estados lo que ha ocurrido en estas altas horas de la noche, señaló.
Está claro; la finalidad de esta reforma consiste en impedir, por cualquier medio, la impugnación a reformas constitucionales, lo que erosiona los principios y valores fundantes del estado constitucional de derecho, como la división de poderes y los medios de control constitucional, consideró el Senador Beltrones.Afirmó que esta reforma carece de oportunidad y de relevancia, se encuentra desfasada y atenta contra el proceso democrático legal y el equilibrio de poderes que constituyen el Estado.
A pesar de estas observaciones, reconoció a aquellos en Comisiones Unidas que eliminaron de la iniciativa un claro retroceso que nos llevaba a épocas ya superadas en nuestro país en términos de derechos humanos.
Recordó que la redacción original del Artículo 1 de la Constitución, iniciada en 2009, fue el resultado de un esfuerzo prolongado, cuyo objetivo fue armonizar el espíritu de nuestras leyes con las normativas internacionales.
Celebró que las Comisiones decidieron retirar parte de la redacción del Artículo 105 de la iniciativa en el dictamen, como la improcedencia de las reformas, incluyendo sus procesos deliberativos, legislativos y la votación correlativa, así como la disposición de que los asuntos en trámite deben resolverse de acuerdo con las normas establecidas en el presente decreto.
Subrayó que el Derecho Internacional de los Derechos Humanos emergió tras la Segunda Guerra Mundial con el propósito de evitar que las normas estatales fueran contrarias a la dignidad humana. En otras palabras, surgió para prevenir la imposición de derechos por parte de regímenes autoritarios como el nazismo y el fascismo.
No es casualidad que la reforma de 2011 se lograra con unanimidad en el Senado y en la Cámara de Diputados; fue un consenso alcanzado tras casi tres años de intercambio de minutas en ambas Cámaras, prácticas que nos llevaron a conciliar acuerdos y consensos.