Arizona
“Hace calor afuera, entra y refréscate con Jesús”, dice el letrero de una iglesia en Tucson.
En Phoenix, la Primera Iglesia Congregacional Unida de Cristo es desde la semana pasada un refugio para que la población pueda hidratarse, colocarse junto a un ventilador y observar las noticias del clima en la televisión.
En el templo, las personas pueden tomar botellas de agua y acostarse sobre tapetes o directamente sobre el piso.
Estas ciudades, ubicadas en el estado de Arizona, ofrecen opciones para que la población supere la actual ola de calor.
“Una fuerte alerta de calor estará activa hasta el 19 de julio”, expresa la página del condado de Maricopa.
Phoenix, la capital del estado, Phoenix, ha registrado 16 días consecutivos por encima de los 42.7 grados.
El sábado pasado por la tarde las temperaturas registraron los 47.7.
La ciudad ha organizado cuerpos de voluntarios para dirigir a los residentes a centros climatizados y para distribuir botellas de agua y sombreros.
El director del Programa de Respuesta y Mitigación del Calor, David Hondula, declaró a la cadena ABC que el trabajo de tres días a la semana no es suficiente.
Más de 80 millones de personas se despertaron ayer con advertencias oficiales o pronósticos de olas de calor excesivo en los estados del oeste, sur y sureste de Estados Unidos.
Ayer, el Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió de “una ola de calor generalizada y sofocante” en gran parte del oeste hasta el sureste, con temperaturas que continuarán esta semana y aumentan los riesgos para la salud.
“Se esperan temperaturas altas récord generalizadas, así como mínimos diarios cálidos récord en partes del suroeste, a lo largo de la costa occidental del Golfo y en el sur de Florida”, reportó el NWS.
80 millones de personas permanecen bajo alerta de calor en la Unión Americana.