Luis Navarro, un paisajista del Valle, se encuentra en recuperación tras un ataque de abejas que casi le cuesta la vida. El incidente ocurrió el miércoles 21 de agosto en una casa en Gilbert, Arizona, donde Navarro trabajaba.
Mientras terminaba su labor, un enjambre de abejas lo atacó, infligiéndole alrededor de 300 picaduras en todo el cuerpo. En medio del pánico, Navarro corrió buscando ayuda, pero la situación empeoró al intentar refugiarse en la alberca de la casa. Desmayado por el dolor, Navarro logró llegar al jardín delantero y, mientras las abejas lo cubrían, oró con fervor: "Dios, no me dejes morir así, sería la peor forma de morir".
Afortunadamente, Navarro sobrevivió al ataque. Tras dos días hospitalizado, fue dado de alta y ahora se recupera para volver a trabajar pronto. Michael Sawtelle, propietario de la casa donde ocurrió el incidente, describió a Navarro como una persona bondadosa que siempre piensa en los demás, incluso en momentos difíciles:
En la cama del hospital, drogado, decía: 'Creo que Dios me puso en el camino para que tus hijos no fueran picados. Creo que estaba recibiendo todas las picaduras para que nadie más lo hiciera', dijo Navarro
Tanto Sawtelle como Navarro concuerdan en que la lección más importante de este incidente es la importancia de evitar las abejas. En caso de encontrarse con un enjambre, se recomienda alejarse lo más rápido posible y buscar refugio en un lugar cerrado. También es importante que los niños conozcan las medidas de seguridad en caso de un ataque de abejas.