En la pintoresca localidad de Snowflake, Arizona, donde el viento azota con fuerza y el panorama se extiende hasta el horizonte, se esconde un secreto: un negocio que ha transformado la identidad de este pequeño pueblo de poco más de 6,000 habitantes. Se trata de Copperstate Farms, un imperio del cannabis que ha florecido bajo la dirección de J. Fife Symington IV, hijo del exgobernador del estado.
El joven, con un pasado en la agricultura y un interés en el español, encontró en el cultivo de cannabis una oportunidad inesperada. "Nunca en un millón de años habría imaginado que estaría aquí, cultivando marihuana", confesó Symington IV, quien adquirió el invernadero en 2016, cuando la marihuana medicinal ya era legal en Arizona.
La empresa ha prosperado, convirtiéndose en el mayor productor de flores de cannabis del estado. En 2024, las ventas recreativas de cannabis alcanzaron su tercer año en Arizona, consolidando a Copperstate Farms como un gigante en la industria. La empresa emplea a más de 300 personas en Snowflake, una cifra significativa para un pueblo en un condado con altos índices de pobreza.
La llegada de Copperstate Farms no estuvo exenta de controversias. En Snowflake, un pueblo con una fuerte influencia mormona, la idea de un cultivo de cannabis no era bien recibida por todos. "Fue una situación bastante divisiva", admitió Brian Richards, administrador municipal de Snowflake. Sin embargo, el impacto económico de la empresa ha sido positivo, creando empleos y revitalizando la economía local.
Symington IV ha logrado superar los obstáculos, convirtiéndose en un promotor del cannabis en su ciudad natal. "Quiero seguir haciendo exactamente lo que hago aquí en Snowflake", dijo, revelando su compromiso con la comunidad y su visión a futuro para el negocio.