Para los estudiantes migrantes y de familias trabajadoras agrícolas, la transición a la universidad puede ser especialmente desafiante debido a la incertidumbre económica y la adaptación a un nuevo entorno académico. Un apoyo adecuado puede ser crucial para superar estos obstáculos y alcanzar el éxito académico.
Afortunadamente, para los jóvenes que buscan un futuro mejor en Arizona, la Universidad Estatal de Arizona (ASU) ofrece una mano amiga a través del Programa de Asistencia para Estudiantes Migrantes (CAMP), un proyecto que no solo abre las puertas al conocimiento, sino que también crea un espacio de pertenencia y apoyo para los estudiantes de origen migrante y de trabajadores agrícolas.
La historia de Danny Jassiel Avitia, un estudiante de primera generación en ASU, ilustra el impacto de CAMP. Llegó a Estados Unidos desde Sonora, México, con la esperanza de forjar un camino académico sólido: "Me enamoré del programa. Es una familia, fuera de la familia", confesó Avitia.
Elizabeth Evaristo, coordinadora de éxito de CAMP, explicó la misión del programa: "Ayudamos a los estudiantes de primer año que provienen de estas familias, con recursos como becas y apoyos económicos". Este programa no solo brinda apoyo económico, sino que también ofrece un espacio de familiarización con el campus, talleres para los padres y la oportunidad de conectarse con otros estudiantes que comparten experiencias similares.
El proyecto CAMP es un faro de esperanza para aquellos que buscan un futuro más prometedor, un puente que une los sueños con la realidad y un testimonio de la importancia de la inclusión y el apoyo en la formación de las nuevas generaciones.
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