Aunque la situación no parece tan crítica como la vivida durante la pandemia de COVID-19, el reciente rebrote en Arizona y la aparición de los primeros contagios en Sonora han encendido las alarmas.
Las autoridades de salud en ambas regiones están trabajando en conjunto para evitar un escenario similar al de 2020, pero la naturaleza del virus añade un nuevo desafío.
"Aunque el contacto directo es la principal vía de transmisión, no podemos descartar la posibilidad de contagio por vía aérea en casos de exposición muy cercana", comentó Fernando Silva, del Departamento de Salud del condado Santa Cruz, Arizona. "Estamos trabajando con las clínicas locales para coordinar una respuesta eficaz en caso de un aumento significativo de casos".
Según datos del Departamento de Salud de Arizona, en el 2024 se han reportado 53 casos de Mpox, con una tendencia al alza desde julio. La población hispana se ha visto particularmente afectada.
"La mayoría de los casos son foráneos, con antecedentes de infección en Estados Unidos o en otras regiones como Cancún", precisó Silva. "Estamos monitoreando la situación de cerca y mantendremos informada a la población sobre las medidas preventivas".
En Sonora, la Secretaría de Salud reportó los primeros dos casos la semana pasada. Ambos se encuentran en aislamiento y bajo atención médica.
Las autoridades sanitarias de ambos lados de la frontera han emitido una alerta sobre los síntomas de Mpox, entre los que se encuentran erupciones cutáneas, fiebre, dolor de cabeza y falta de energía. Además, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha alertado sobre una nueva variante del virus que, por el momento, solo afecta al continente africano.
La colaboración entre las autoridades de salud en Arizona y Sonora es crucial para prevenir una propagación del virus. El monitoreo constante de la situación y la implementación de medidas preventivas son esenciales para garantizar la seguridad de la población fronteriza.