La vasta extensión del terreno y las condiciones extremas del desierto hacen que muchos de estos cuerpos jamás sean encontrados ni identificados.
En total, 1,565 de las muertes registradas permanecen sin identificar hasta noviembre de 2024. La frontera de Arizona, que se extiende a lo largo de 400 millas, es uno de los puntos más peligrosos para los migrantes. Las altas temperaturas del desierto, la deshidratación extrema, las caídas y otros factores contribuyen a un alto número de muertes cada año.
En muchos casos, los migrantes deben caminar durante uno o dos días en áreas desérticas sin recursos, lo que aumenta considerablemente los riesgos para su salud y supervivencia. "La falta de asistencia adecuada y la falta de recursos en la frontera son los principales factores que contribuyen a las muertes de los migrantes", afirma un representante de Humane Borders.
Los puntos más críticos incluyen Sásabe, Lukeville, Douglas y Nogales, áreas conocidas por su alto índice de mortalidad debido a las duras condiciones del terreno y la falta de asistencia adecuada. En 2024, los reportes indican que 114 migrantes murieron en el desierto de Arizona en los primeros ocho meses del año.
Las causas de las muertes son variadas, pero incluyen las temperaturas extremas, la deshidratación, los ahogamientos y accidentes durante el cruce, como caídas en estructuras fronterizas. Humane Borders, en colaboración con la Oficina del Médico Forense del Condado Pima, ha estado trabajando para documentar y mapear las muertes a lo largo de la frontera.
A través de un mapa interactivo, la organización muestra la ubicación exacta de cada cuerpo encontrado, así como detalles como el nombre y género del fallecido, si son conocidos, y la causa de su muerte. Este esfuerzo es fundamental para crear conciencia sobre los peligros de la frontera, y en particular, de las zonas más desoladas.
Además de los esfuerzos de documentación, Humane Borders se ha enfocado en medidas de prevención. La organización coloca afiches informativos en puntos estratégicos de la frontera para advertir a los migrantes sobre los peligros del desierto. Estos afiches incluyen advertencias sobre las temperaturas extremas, las rutas peligrosas y la necesidad de preparación antes de intentar el cruce.
Se han instalado estaciones de agua en la frontera, con barriles de 55 galones equipados con banderas azules para que los migrantes puedan identificarlos desde lejos. El trabajo de Humane Borders va más allá de la simple asistencia humanitaria; la organización busca salvar vidas y reducir el sufrimiento de los migrantes.
Al ofrecer recursos básicos como agua y proporcionar información vital sobre los riesgos del desierto, su misión es mitigar las muertes prevenibles en la frontera. La organización también aboga por una frontera más humana, donde se respete la dignidad y la vida de las personas, independientemente de su estatus migratorio.