Sin embargo, en medio de esta tragedia, una empresa que se vio obligada a pagar millones para resolver su papel en la crisis ahora está recuperando gran parte de ese dinero.
Cardinal Health, un distribuidor de medicamentos con sede en Ohio, fue parte de un acuerdo nacional multimillonario sobre opioides. La empresa acordó pagar a Arizona aproximadamente 150 millones de dólares a lo largo de 18 años. Sin embargo, Cardinal Health ha negado las acusaciones formuladas en su contra.
Según los registros estatales, la compañía ha pagado más de $11 millones hasta el momento y ha recibido $33 millones en dinero de acuerdo por opioides a través de un contrato estatal para tratar a los prisioneros con hepatitis C. Esto ha generado críticas por parte del fiscal general de Arizona, Kris Mayes, quien considera que la empresa no debería beneficiarse del dinero del acuerdo.
“No hay duda de que esta es una de las empresas que ayudaron a causar la epidemia de opioides”, dijo Mayes. “No creo que nadie crea que devolver este dinero a un acusado de abuso de opioides sea un uso adecuado del dinero”.
Mayes también ha expresado su descontento con la Legislatura y la gobernadora Katie Hobbs por utilizar fondos para opioides para cubrir un déficit presupuestario el verano pasado. La gobernadora Hobbs envió una declaración que dice en parte: “El Gobernador no está de acuerdo con la postura del Procurador General. La cancelación del contrato aumentará los costos para los contribuyentes y afectará la distribución de medicamentos vitales por parte de 200 agencias estatales y gobiernos locales en todo el estado”.
La situación ha generado un debate sobre la asignación del dinero del acuerdo sobre los opioides y la responsabilidad de la empresa en la crisis. Mientras tanto, la crisis de opioides sigue siendo un problema grave en Arizona, y es importante encontrar soluciones efectivas para abordarla.