Rachel Henry, la madre de los niños, se declaró culpable de tres cargos de asesinato en primer grado el 12 de diciembre, según los registros judiciales. Este cambio de declaración se produjo como parte de un acuerdo de culpabilidad, lo que sugiere que se ha llegado a un acuerdo entre la defensa y la acusación.
El caso comenzó cuando la policía de Phoenix recibió una llamada de una mujer que informaba sobre la presencia de tres niños muertos en una casa cerca de la calle 24 y la avenida Southern. Durante la investigación, "Henry admitió haber asfixiado a cada una de las víctimas", según declaraciones de la policía. Además, se informó que Henry colocó a las tres víctimas en un sofá, como si estuvieran tomando una siesta.
Las víctimas fueron identificadas como Zane Henry, de 3 años, Miraya Henry, de 23 meses, y Catalaya Ríos, de 7 meses. La investigación y el proceso judicial han sido objeto de un escrutinio minucioso, y el cambio de declaración de Henry ha generado un nuevo capítulo en este caso.
Es importante recordar que el proceso judicial es complejo y que cada caso tiene sus propias particularidades. En este caso, el cambio de declaración de Henry ha generado un nuevo giro en la investigación y el proceso judicial.