El epicentro de la polémica reside en un grupo estudiantil, College Republicans United at ASU (no afiliado a College Republicans at ASU), compuesto por aproximadamente 30 miembros. Este grupo, según su propio sitio web en "Republicans United", se declara abiertamente opuesto a la inmigración y el multiculturalismo. Su declaración de intenciones, publicada en X, anuncia un evento para este viernes: instar a los estudiantes a denunciar a sus compañeros indocumentados ante el ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos).
"Este no es un acto de odio ni de intolerancia. Es un acto de amor por la nación estadounidense," afirma Isaiah Alvarado, presidente de College Republicans United at ASU, justificando su iniciativa. Alvarado argumenta que la acción busca llamar la atención sobre lo que considera una insuficiente deportación de inmigrantes indocumentados durante la administración Trump. Cuando se le cuestionó sobre el método para determinar la situación migratoria de un compañero, respondió: "No nos corresponde a nosotros examinar ese proceso... Pero sí sabemos que el ICE tiene normas y procesos muy estrictos y que ellos, por supuesto, examinan a los individuos."
Esta postura ha generado una ola de rechazo. Organizaciones estudiantiles como la Asociación de Estudiantes de Derecho Chicanos/Latinos, liderada por Jacob Martínez, han expresado su indignación. Martínez cuestiona: "¿Qué significa que estén pidiendo a los estudiantes que denuncien a otros estudiantes que creen que podrían estar aquí ilegalmente? ¿Significa que todo estudiante que se vea diferente a ti ahora será objeto de un informe de ICE?" y añade que "Esto no tiene cabida en nuestro campus. Es odio, es alarmismo, y estamos pidiendo firmemente a la universidad que ponga fin a esto."
La preocupación se extiende más allá de las organizaciones estudiantiles. McKenna Hubbard, estudiante de posgrado, ha pedido a la administración de ASU una investigación exhaustiva de posibles violaciones al código de conducta estudiantil. Incluso, Alex Stansberry, presidente de College Republicans en ASU (el grupo no involucrado en la controversia), ha manifestado su desacuerdo, afirmando que "Esa es la tarea de las fuerzas del orden... no deberíamos perseguir a la gente con malas intenciones."
Mientras tanto, el congresista Greg Stanton ha declarado públicamente estar en contacto con el liderazgo de ASU, expresando su confianza en que se tomarán las medidas apropiadas para garantizar la seguridad de todos los estudiantes. Grupos como Aliento at ASU, que brinda apoyo a estudiantes indocumentados, han lanzado una carta pública con numerosas firmas, exigiendo acciones concretas por parte de la universidad. Emily Sotelo Estrada, copresidenta de Aliento en ASU, recalca la situación de vulnerabilidad: "Al final del día, el inmigrante al que intentan llamar criminal es un estudiante que intenta obtener su doctorado, es un estudiante que intenta convertirse en abogado para ayudar a la gente de su comunidad." La respuesta oficial de ASU, hasta el momento, permanece pendiente.
La situación mantiene en vilo a la comunidad universitaria, con un clima de incertidumbre e inquietud que espera una resolución por parte de las autoridades de ASU.