Muro fronterizo amenaza ecosistema único en Arizona

En el corazón del Valle de San Rafael, en Sierra Vista, se encuentra uno de los últimos espacios de pastizales auténticos del sur de Arizona. Esta área, ubicada entre las montañas Huachuca y Patagonia – conocidas como las "islas del cielo"–, es hogar de una biodiversidad única, pero un nuevo proyecto amenaza con romper este equilibrio. La administración Trump planea extender el muro fronterizo casi 25 millas en esta zona, según ha confirmado la Patrulla Fronteriza (CBP) tras solicitar propuestas para la construcción. Hasta el momento, la licitación no se ha adjudicado, pero la confirmación de la CBP ha encendió las alarmas.
“Es uno de los últimos ecosistemas desérticos paisajísticos intactos que tenemos aquí en Arizona,” afirma Erick Meza, Coordinador de Fronteras del Sierra Club. La preocupación de Meza y de otros conservacionistas es palpable. La construcción del muro, sin pasillos para la fauna, pondría en peligro a especies en riesgo, según explica Emily Burns de Sky Island Alliance, quien lleva años abogando por la conservación de la zona.
“Al construir este muro, impedimos la recuperación de osos negros en México, y lo mismo ocurre con los jaguares. La recuperación de estas especies tropicales que llegan a Arizona será casi imposible,” advierte Burns. Meza coincide: “Cualquier criatura de más de cuatro pulgadas de ancho no podrá atravesar esas fronteras.” Los datos son alarmantes: en otras zonas con muro en el sureste de Arizona, se registra una interrupción del 86% en el tránsito de especies silvestres. En el Valle de San Rafael, los monitoreos con cámaras revelan una densidad de vida silvestre casi siete veces superior a la población humana.
La amenaza no se limita a la fauna. El muro podría afectar el curso del Río Santa Cruz, cuyas cabeceras se encuentran en el Valle de San Rafael, un elemento vital para todo el ecosistema. “El muro afectará las fuentes del Río Santa Cruz,” señala Burns, preocupada por las consecuencias de interrumpir el flujo de agua. Los conservacionistas hacen un llamado a soluciones más amigables con la vida silvestre, incluso considerando la posibilidad de pequeños pasos para el cruce de animales, un concepto que aunque pueda parecer inusual, podría significar la diferencia para la supervivencia de la rica biodiversidad de esta área.
Mientras tanto, el Sierra Club mantiene contacto con el Departamento de Seguridad Nacional para abordar estas preocupaciones y documentar el impacto del muro en la vida silvestre. El futuro del Valle de San Rafael, y de su invaluable ecosistema, pende de un hilo.