FIFA impone derechos humanos en Mundial 2026, pero hay críticas y vacíos

"Lo que logramos está lejos de lo ideal, pero tener un marco es un avance", admite Jennifer Li, coordinadora de la Coalición Dignity 2026, mientras ajusta sus lentes bajo la luz tenue de su oficina en Washington. Los detalles de ese marco revelan contradicciones: 11 de las 16 sedes estadounidenses incumplieron el plazo inicial para entregar sus borradores, según fuentes cercanas al proceso.
Los focos rojos:
Entre los documentos filtrados a medios, destacan las directrices de la FIFA para evitar discriminación y tráfico humano. Pero hay un vacío: no existen mecanismos de sanción claros para las sedes que incumplan. Deborah Greenfield, asesora de la FIFA, insiste en que el compromiso es real: "Nadie quiere otro Qatar", refiriéndose al escándalo por muertes de trabajadores migrantes.
En Atlanta, el alcalde Andre Dickens defiende su plan Downtown Rising con datos: 3,000 unidades de vivienda accesible en construcción. Pero el doctor Mark Spencer, quien atiende a pacientes en situación de calle, muestra fotografías de desalojos recientes: "Limpiar las calles no es lo mismo que resolver el problema".
El reloj avanza. La fecha límite para los planes definitivos es el 29 de agosto, mismo día que la FIFA anunciará el calendario de partidos. Mientras, en las sedes mexicanas y canadienses, los comités trabajan en silencio, conscientes de que cualquier error podría opacar el primer Mundial trinacional de la historia.