Agentes de ICE en Arizona usan disfraces para entrar sin orden a casa de migrante

Todo comenzó con una vecina, Christine Cariño, quien se convirtió en testigo clave. Ella cuenta que dos hombres se acercaron a su puerta haciéndose pasar por empleados de Tucson Electric Power (TEP), buscando a su vecino, un residente de Honduras de larga data en situación irregular en el país. La situación se tornó sospechosa cuando Cariño preguntó si pertenecían a HSI (Homeland Security Investigations), la rama investigativa del ICE. "Él simplemente sonrió. Así que salí corriendo", relata Cariño, quien inmediatamente avisó a su vecino.
El video grabado por Cariño, que fue compartido con la cadena local KGUN 9, muestra a los hombres entrando a la propiedad después de que el hijastro del vecino, creyendo que eran de TEP, abriera la puerta. En el video se escucha a Cariño gritar: "¡Están mintiendo! No llevan uniforme. No los dejen entrar; no tienen una orden judicial!". Este hecho es crucial porque, según las leyes, los agentes del ICE tienen prohibido ingresar a domicilios sin consentimiento o una orden judicial. El ICE generalmente cuenta con órdenes administrativas que no autorizan la entrada a espacios privados. El vecino en cuestión negó haber faltado a una audiencia judicial, afirmando haber cumplido con todas sus citas.
TEP confirmó que sus empleados utilizan uniformes y vehículos claramente identificados. "Eso debería considerarse un delito", afirmó Cariño, añadiendo: "Si tuviera una orden judicial, la situación habría sido diferente. Háganlo de la manera correcta."
Stephanie Padilla, abogada de la ACLU del Sur de California, señala que este supuesto engaño forma parte de una práctica más amplia. "No se puede tergiversar el propósito o la identidad cuando se realizan operaciones de cumplimiento de la ley de inmigración en o alrededor del domicilio", explica, citando una reciente decisión judicial que determina que tales tácticas violan las protecciones de la Cuarta Enmienda.
El incidente se produce en medio de preocupaciones más amplias sobre las prácticas del ICE en Arizona. A finales de mayo, al menos una docena de personas que asistían a audiencias civiles de inmigración fueron arrestadas por agentes del ICE enmascarados después de que se desestimaran sus casos. La gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, condenó los arrestos, afirmando que apoya la seguridad fronteriza, pero se opone a "las redadas indiscriminadas y las prácticas de aplicación de la ley de inmigración inhumanas".
El caso sigue generando debate, sobre todo en la comunidad latina de Tucson y en los círculos legales. La discrepancia entre la versión de los agentes y la de los testigos, sumada a la falta de una orden judicial, plantea interrogantes sobre el proceder del ICE y el respeto a los derechos individuales.