Desde la primera fila, figuras internacionales como la esposa del presidente de Estados Unidos, Jill Biden, y el mandatario cubano, Miguel Díaz-Canel, presenciaron la juramentación. "Estoy lista para trabajar por un México más justo, próspero y seguro", declaró Sheinbaum ante una multitud que coreaba su nombre.
Su discurso se centró en tres pilares fundamentales: impulsar las energías limpias, atraer inversiones extranjeras y garantizar la seguridad de la nación. Para alcanzar estos objetivos, Sheinbaum prometió un gobierno transparente, eficiente y con una visión a largo plazo. "México tiene el potencial de convertirse en un líder global en la transición energética", enfatizó, "y debemos aprovechar esta oportunidad para crear empleos verdes y un futuro más sostenible".
Entre los asistentes, se encontraban familiares de Sheinbaum, como su madre, Annie Pardo, y su hermano José Ramón López Beltrán, quien ha estado ligado a proyectos de desarrollo social. También se vio al embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, y al productor Epigmenio Ibarra. La presencia de estas figuras internacionales reflejó la confianza que genera Sheinbaum en el ámbito internacional, "y un claro mensaje de esperanza para el futuro de México", como lo expresó la escritora Elena Poniatowska.
El nuevo gobierno de Sheinbaum enfrenta desafíos significativos en materia de seguridad, economía y medio ambiente. Sin embargo, su compromiso con las energías limpias, la promoción de inversiones y la seguridad le otorgan un punto de partida prometedor para su mandato.