Minutos antes de su presentación, el bajista grabó un video desde su camioneta y lo compartió con sus seguidores.
En un modo selfie, con lentes oscuros, camisa y campera azul, McCartney dijo: “Ok, aquí estamos en camino a tocar en Buenos Aires. Es un hermoso día afuera. Hermosa noche para un show”. En el fondo, se podía ver la avenida Figueroa Alcorta, a unos pocos kilómetros del estadio de River Plate.
Su alegría era evidente. "Y miren esto, miren al hombre aquí, teniendo un gran momento. Vamos chicos. Pero, simplemente no se caigan", comentó, mostrando a la cámara cómo uno de los motociclistas que lo escoltaban conducía su vehículo casi de pie, sin sujetar el manubrio.
En sus redes sociales, McCartney publicó una imagen del cartel promocional de su show, invitando a los fans a mostrar sus fotos y videos arrobándolo en Instagram. Su entusiasmo no se detuvo allí. Compartió el video viral de unos jóvenes que llevaron un piano a las afueras de su hotel y, disfrazados como los miembros de Los Beatles, interpretaron sus canciones.
Antes de partir hacia el estadio, McCartney tuvo un gesto inesperado con sus fans. Salió del Four Seasons por la puerta principal y saludó a quienes lo esperaban con la esperanza de verlo. Lo que encontraron fue un McCartney con campera puffer, a pesar del calor porteño, saludando desde la puerta del hotel. Luego, subió a su camioneta blindada y, desde el asiento trasero, levantó su mano derecha y mostró su sonrisa característica.
Desde su llegada a Buenos Aires el martes por la madrugada, McCartney ha causado un gran revuelo. Numerosos fanáticos se congregan en las inmediaciones del hotel Four Seasons, en Recoleta, con la esperanza de verlo. Sin embargo, el artista ha mantenido un perfil bajo, limitando sus salidas a actividades relacionadas con su trabajo.
Este viernes, otro grupo de admiradores se reunió a las afueras del estadio Monumental con la esperanza de interactuar con el artista. McCartney respondió a los saludos desde la ventana de su vehículo, agitando su brazo en señal de agradecimiento.
En sus días en Buenos Aires, Paul parece haber abrazado un estilo de vida de trabajo a la casa y de la casa al trabajo. El único momento de dispersión que trascendió fue cuando TeleShow lo captó con su mujer Nancy Shevell disfrutando de un espectáculo de tango en el Faena. Para que McCartney tuviera una experiencia exclusiva, le cerraron el teatro del hotel y pudo disfrutar del show en privado, rodeado apenas de su entorno cercano, amparado por las luces tenues del lugar y saboreando un trago.
Y una vez finalizado, regresó a su mundo privado donde se dio unos cuantos gustos acorde a su estatura de estrella de rock.