Se ha convertido en una especie invasora, adaptándose a las condiciones y aprovechando la calidez de los hogares.
Su presencia en el Reino Unido data de la década de 1970, cuando se introdujo accidentalmente en Colwyn Bay, al norte de Gales. Se creía extinta en la región desde la última glaciación, hace 300.000 años.
Investigadores del Reino Unido han estudiado el comportamiento de estas serpientes, que alcanzan hasta 2 metros de longitud. Los estudios revelaron que los machos prefieren las edificaciones como áticos y muros de casas, mientras que las hembras se inclinan por las zonas boscosas.
Estos animales, que se alimentan principalmente de ratas, han aprendido a usar las construcciones humanas para regular su temperatura corporal y encontrar lugares seguros para poner sus huevos. Se encontraron incluso huevos de Esculapio dentro de un compost en una casa.
"Las estructuras antropogénicas, como los edificios y las alcantarillas, les brindan refugio, oportunidades termoreguladoras y sitios para poner huevos", explican los científicos.
La investigación, que aún no ha sido revisada por pares, destaca la capacidad de adaptación de estas serpientes a un ambiente completamente nuevo. Sin embargo, también hay una preocupante realidad: la supervivencia de las Esculapio en el Reino Unido no está exenta de peligros.
Durante el estudio, se registró la muerte de cinco serpientes, tres de ellas atropelladas por automóviles y una devorada por otro macho.
El estudio sugiere que las Esculapio están utilizando setos y alcantarillas para extenderse a nuevas áreas, evitando carreteras. El futuro de esta especie invasora en el Reino Unido sigue siendo incierto, pero su adaptación a un clima frío y su capacidad de aprovechar las construcciones humanas plantea un interrogante sobre el impacto que podrían tener en el ecosistema británico.