En el corazón de la industria tecnológica, específicamente en Taiwán, se encuentra TSMC, el gigante mundial de la fabricación de semiconductores. Esta empresa, proveedora clave para compañías como Apple y Nvidia, ha anunciado recientemente un ajuste en sus proyecciones financieras para el primer trimestre del año.
El motivo de este cambio, según la declaración oficial de la compañía, se debe a los efectos de un terremoto que azotó el sur de Taiwán a finales de enero. "Se estima que las pérdidas por el sismo ascienden a aproximadamente US$161 millones neto de los reclamos de seguros", se lee en el comunicado de prensa. Este impacto, aunque significativo, no representó daños estructurales a las instalaciones de producción.
A pesar del sismo, TSMC asegura que las operaciones han regresado a la normalidad. Sin embargo, la producción de algunos wafers de semiconductores tuvo que ser desechada. Esto ha provocado que las previsiones de ingresos para el primer trimestre se acerquen al límite inferior del rango estimado, que inicialmente se situaba entre los $25 mil millones y $25.8 mil millones de dólares. A pesar de esta situación, la compañía afirma que mantiene su perspectiva para todo el año.
La situación en TSMC ilustra la fragilidad de las cadenas de suministro globales y cómo eventos inesperados, como un terremoto, pueden afectar a la economía a gran escala. El impacto no se limita únicamente a la empresa, sino que tiene repercusiones en las compañías que dependen de sus productos, y por ende en la economía mundial. El trabajo de recuperación ya está en marcha, y queda esperar la evolución de la situación en los próximos meses.