SEATTLE, Wash
Lejos de los reflectores, Óliver Pérez trata de revivir su carrera con Seattle.
Después de pasar la mayor parte de los últimos tres años fuera del radar de Grandes Ligas, el zurdo mexicano Oliver Pérez se ha reinventado como relevista. Quizás la mayor sorpresa es que nadie intentara esa transición con sinaloense antes de que lo hicieran los Marineros.
Conocido durante mucho tiempo por su combinación de gran talento y localización cuestionable (o peor), Pérez al menos por el momento ha aprendido a canalizar su control como integrante del equipo de Seattle. Ha logrado efectividad de 1.71 en 21.0 entradas (24 presentaciones), con 22 ponches y sólo siete bases por bolas. Esa última cifra es la más importante.
Aun en sus mejores momentos como abridor, en las temporadas del 2004 y del 2007, Pérez dio demasiados pasaportes. Si de verdad le ha puesto fin a esa tendencia-y es un poco temprano para decir que sí o no en ese sentido-podría tener una gran “segunda carrera”.
El oriundo de Culiacán explicó que es tan importante la parte mental como la física. Cree que el traslado al bullpen ha ayudado a afinar su enfoque.
“Tienes que asegurarte de tirar strikes (en el relevo)”, dijo. “Tiens que conocer al bateador, si da swings temprano o no en el conteo. Es muy diferente a ser abridor. Como abridor, tienes más tiempo para inventar con otros pitcheos y todo lo demás. Como relevista, tienes que tirar strikes.”
Pérez hizo 10 presentaciones como relevista por los Mets en el 2010-su última temporada en Nueva York-pero realmente no dio la talla. Antes de eso, el único momento en que fue relevista fue al principio de su carrera en la organización de los Padres.
Esta vez, ir al bullpen era su única opción. El año pasado, Pérez hizo 16 presentaciones (15 aperturas) a nivel de Doble-A en la organización de los Nacionales. Ahí se vio bien, pero no fue subido por Washington-algo que el mexicano cree que le favoreció. Pérez dejó de lanzar después de la temporada de liga menor, tiró con los Tomateros de Culiacán en la Liga Mexicana del Pacífico y llegó a los entrenamientos de los Marineros en buena forma.